Han sido amigas desde pendejas, siempre en las buenas y en las malas, en la villa se trabaja, o se trabaja y ellas lo saben mejor que nadie, saben de los problemas que sus familias pasan y de tener que traer el pan cada día no es cuestión de suerte, sino de garra.

Ambas saben que juntas son más fuertes, aunque los mambos intenten separarlas cada dos por tres.

Jazz cree saber que su familia jamás va a entender lo que siente en realidad, de que no se identifica, que no es ella. Que su vida sería diferente si pudiera expresarse de verdad como lo siente, si no hubiera golpes, sino hubiera abuso, si su padre estuviera muerto. Ella es la única que lo sabe, su Destiny.

Dest siempre supo que podía ir más allá, que su vida iba a cambiar de un día para el otro, que su belleza y simpatía lograría llamar la atención de los productores de aquella película que siempre ha soñado. Vivir, olvidarse de esa precaria vida y salir, y brillar.  Aunque para ello tendría que enfrentarse a todos y ocultar su amor por EL.