Hogwarts, 1994.

Un nuevo año comenzó en la Escuela de Magia y Hechicería. ¡Y qué año! Había comenzado ya en el verano con la Copa de Quidditch, donde los Weasley, Harry y Hermione habían asistido, disfrutado, cantado, gritado y luego enfrentado a los mortífagos. Iba a ser un año particular, evidentemente.

Luego, en la escuela, se dio aviso que el Torneo de los Tres Magos se celebraría en el Castillo y que sólo los mayores de 17 años podían participar. Esto causó mucho enfado en casi todos los estudiantes, aunque Hermione y Harry coincidían en que en realidad era mejor para ellos. Tampoco era que querían muchos problemas.

Por otro lado, los gemelos Weasley sí pertenecían al grupo de estudiantes que estaban enfadados por no poder participar. La idea de abrir una tienda de bromas estaba cada vez más presente en su mente y el premio de oro les vendría extremadamente bien.

Fred estaba convencido en su participación, por lo que se dividieron el trabajo entre George y él para buscar una manera de poder pasar el círculo de edad que había creado Dumbledore. Una de sus ideas fue recurrir a una de las personas más inteligentes que conocía, la amiga de su hermanito: Hermione Granger.

Y así comienza esta historia.

Totalmente injusto...fue el mayor pensamiento de los gemelos cuando Dumbledore anunció aquel torneo y ya que todos estaban extasiados había dejado caer la bomba: límite de edad. Y resultaba en que ellos no entraban justamente en esa edad necesaria para poder ser considerados como los participantes.

Comprendía porque ni él o su gemelo eran estúpidos, había varios peligros a considerar y la historia informaba del gran número de muertes ocurridas antes de que se suspendiera por completo. No se podía decir que era desconocido, o que si lo estaban trayendo de regreso lo menos que podían hacer era colocar pruebas donde nadie saliera muerto.

Pero bueno, eso esfumaba cada vez más la idea de tener el dinero para la tienda de bromas. Podía pensarse que ellos se dedicaban solo a la diversión sin ser serios en sus materias, algunos Howlers de su madre les llegaron expresando eso. Más era incorrecto, para crear las bromas se necesita saber como sera, que se espera, como se va a crear, que la mantiene...en fin que era solo que su mente y la de George trabajaban diferente. No buscaban ser prefectos como Percy o tener las notas de Charlie o Bill. Les repudiaban esas comparaciones de su madre, o que según ella gastaban el dinero en sueños tontos, que mejor era dejar las bromas  y buscarse empleos serios en el Ministerio. Pero ellos tenían sus sueños fijos, por eso iba en busca de la persona que mejor mente tenía y de la cuál necesitarian ayuda. Al menos era predecible donde encontrarla, se sentaba en la misma mesa de la biblioteca a trabajar y era raro cuando no estaba en ella. Hermione, justo a quién buscaba este humilde ser que no puede competir con tus conocimientos. Expresó alegremente sin peeturbar a Madam Pince con su llegada.

Ella había leído sobre el Torneo de los Tres Magos durante mucho tiempo, y pensó que jamás iba a volver a verlo en vivo y en directo. Por supuesto jamás había pensado en meterse porque había arriesgado su vida varias veces ya y nunca había sido por elección propia, no iba a empezar ahora. También estaba el tema de la edad, cosa que suponía que tenía bastante sentido teniendo en cuenta lo que había pasado con el Campeonato de Quidditch y los mortífagos, por más que estén enojados con Dumbledore, tenía sentido. Así que al menos iba a poder, por fin un año, disfrutar junto con sus amigos un torneo, quizás esperando que alguien de Gryffindor compitiera y apoyando. Ojalá sea un año tranquilo.

De todos modos, más allá del Torneo, era un año lectivo y tenía que estudiar. Mucho. Si bien había dejado Adivinación el año anterior y organizó la cursada con la profesora McGonagall y ya no necesitaba el giratiempo, tenía mucho que hacer y ya le habían mandado muchísimos deberes para hacer.

Tenía el libro de Runas Antiguas sobre la mesa y varios pergaminos donde tenía que hacer las traducciones. Era un trabajo que le llevaba tiempo pero a la vez le gustaba mucho hacer porque le suponía sencillo. En ese momento estaba en la traducción de un texto sobre magia ancestral cuando escuchó una voz conocida y levantó la vista del libro.

Después de cuatro años ya podía distinguir mejor quién era quién. —Hola, Fred —dijo poniendo los ojos en blanco por su comentario, aunque internamente orgullosa de lo que le decía. —¿No estás con tu sombra? —preguntó algo asombrada por la ausencia de George, aunque suponía que cada uno debía tener su espacio personal.

Eso de poner una edad límite se le figuro como cuando a un infante le estas ofreciendo un alimento pero al momento siguiente casi se lo quitas de la boca, sentía como si fuera eso, para iniciar porque no todos entonces podrían unirse, el pensó que de poder trataría de ganar no tanto por la fama y gloría, sino por el premio en si que ayudaría mucho a que él y George finalmente pudieran abris su tienda y ganar más dinero. No lo extenernaba pero a veces el estar al día, sabiendo que había formas de cambiar su situación familiar le pegaba mucho. Escondiendo todo eso tras la fachada de las bromas y el buen humor, al igual que George, aunque ambos con su amigo Lee, justamente discutían de eso con cierta constancia.

Pronto no tendrían ni tiempo para pensar en nada que fuera más allá de loe exámenes que resultaban ser los más pesados en los últimos años, cabe decir que era inteligente, de lo contrario las bromas y productos creados no funcionarían igual de eficiente, solo había cosas en las que por mucho sonaban a que no se aplicaba lo suficiente o no le importaba, ¿pero quienes realmente les daban motivación? No había muchas personas así.

Ahora tenía que resolver como podía burlarse la línea de la edad, sus cumpleaños eran pasada la fecha límite. Cabe decir que tampoco pensó que tal cosa pudiera volver a celebrarse dada la historia de estos juegos, y a saber cuando se repetirían, como cada año desde la llegada del pequeño Potter las cosas no habían sido precisament tranquilas.

¿Como sabes que no soy George? Cuestionó el pelirrojo pues muchos continuaban confundiéndolos incluso la madre que los había cargado por nueve meses era incapaz de diferenciarlos la mayor parte del tiempo, a veces dudaba de si realmente los había nombrado correctamente, más la magia no mentía en eso, si en documentos oficiales intentara pasar por George esto se notaría, era donde no jugaban bromas.

No siempre estamos unidos por la cadera pero le dire que te preocupas por él. Pero vengo aunque supongo que lo sabes, a preguntar si hay modo de burlar la línea de la edad. Tienes mejores recursos de lo que la mayoría puede esperar y sabes más.

No tenía idea de quiénes finalmente iban a ser los competidores del Torneo, pero el límite de la edad por lo menos había hecho que sus mejores amigos tuvieran la estúpida idea de participar. Uno de los favoritos era Cedric, de Hufflepuff, pero después de escuchar que Angelina quería participar (y que a ella sí le daba la edad), esperaba poder tener un campeón de Gryffindor, mucho más si era una mujer como Angelina.

Pero no todo era el Torneo, por más que todos pensaran que sí (sobre todo después de la llegada de los estudiantes de Beauxbatons y de Durmstrang, y más aún con la llegada de Viktor Krum, que se le había dado por pasear por la biblioteca). Así que ella estaba allí, entre sus libros, realizando esa traducción para Runas Antiguas cuando fue interrumpida por uno de los pelirrojos.

—Porque soy observadora —dijo simplemente encogiéndose de hombros. —. Y porque tienes esa pequeña marca en la ceja de cuando Ron te golpeó con una quaffle en las vacaciones —agregó con una pequeña sonrisa. Igualmente les podía encontrar pequeñas diferencias que la ayudaban a darse cuenta quién era quién, sobre todo por el tono de voz y la personalidad.

—Pocas cosas me preocupan más que George, sí, muchas gracias —dijo divertida cerrando el libro de traducciones; evidentemente iba a tener que tener una charla con Fred porque quería algo de ella y la curiosidad era bastante grande.

De todos modos... Podía terminar sospechando qué quería el pelirrojo de ella. Dean Thomas le había preguntado por algo para pasar el límite de la edad y sabía que no iba a ser el único que pensara en aquello. Todos los menores entusiasmados en romper las reglas iban a intentar burlarse de ellas y participar igualmente en el sorteo.

—Lo que dices es cierto —empezó, contenta de que al menos un Weasley fuera capaz de darse cuenta de la inteligencia y potencial que tenía y decirlo abiertamente. —. He echado ayer a Dean porque me preguntó lo mismo —Ella sabía que había pociones que alteraban el tiempo, pero no se lo dijo a su compañero de curso, con Fred imaginaba que no iba a ser diferente. —. Además, sabes que la ha dibujado Dumbledore, probablemente pensando específicamente en tu hermano y tú —avisó igualmente con una expresión divertida en la cara. —¿De veras creen que pueden saltearse las normas de Dumbledore? —preguntó realmente curiosa por su respuesta.

Las personas no veían tanto lo que estaba tras las bromas, las horas experimentando o encontrando aquellas teorías a las reacciones que les podía generar reacciones positivas o negativas, incluso siendo entre ellos sujetos de prueba, o la cantidad de veces que casi perdían su comida con los efectos secundarios severos, no, solo creían que era motivo para reírse y listo no iba más allá.

Y no es porque fueran el o George menos capaces o no estuvieran siendo unos genios para competir, sino por el premio, lo que les ayudaría a poder poner su tienda, pues siempre estaban en una posición monetaria dura, no querían deberle a otras personas y su madre no comprendía del todo que no querían estar en el Ministerio, era una constante pelea con ello que ellos sabían que no podrían ganar a pesar de tener razón en que querían y podían decidir por sus vidas siendo ya casi adultos del todo.

Si lograban entrar tendrían que prepararse para una dura competencia, había acordado con George que no habría enojos si solo uno de ellos al final quedaba seleccionado para ser campeón, sería muy raro que siendo gemelos el artefacto metiera a dos por uno.

-No todos son capaces de notar esas cosas. -Dijo sentándose. -Nuestra madre a veces siendo la que nos dio vida, olvida quien es quien. -No les molestaba cuando de bromas se trataba, pero si que tu madre no supiera que hijo es cuál, a veces si dolía y mucho. Podrían investigar por su cuenta, era verdad, pero les tomaría el doble de tiempo, y no contaban tanto con este como para no tener un plan de reserva como lo era una poción envejecedora. Y no era tanto por realmente querer romper las reglas. ¿Estaba mal querer ser reconocidos por algo bueno de tanto en tanto? Suponía que no, más dependía del punto de vista de otros. -Entonces sabes lo que quiero preguntar. ¿Me echaras también de la biblioteca? -Dijo mirando a la castaña, era amiga de su hermano menor, pero sin duda los gemelos y especialmente Fred, sabían apreciar que ella no solo tenía cerebro, sino que era una buena amiga y chica.

No, pero nunca esta de más intentarlo, podemos tener suerte o terminar como el resto. Por algo se puso supuestamente, pero quien puede decir que un poderoso mago como lo es Dumbledore no pueda cometer algún error. ¿No es verdad que también es humano después de todo? -Cruzo sus brazos y espero la respuesta a ello. El director había ciertamente puesto la línea y no sabía si otros ya habían intentado burlarla, George menciono que vería que pasaba, o como podría encontrar un modo de burlarla. Es por ello que se habían dividido. -Si no funciona puedes decirnos “se los dije.” -Fred se lo tomaría con humor  luego de pensar en no haber podido burlar a ese objeto tan viejo.

No sabía qué le veía la gente al Torneo, realmente. Bueno, entendía que el premio era mucho dinero, gloria eterna y esas cosas, pero era demasiado peligroso... Sin sentido, según su opinión. Y ahí aún así estaban todos, desesperados por participar.

Hermione preferiría seguir con su traducción, pero tampoco es que le podía decir que no a Fred. Al menos no a sólo escucharlo, sabiendo que la respuesta sería una negativa. Un poco por dentro le gustaba sentirse importante y saber que si necesitaba resolver algo complejo, pensara en ella.

—Hum... Quizás simplemente es distraída —respondió sobre la señora Weasley. No sabía a qué nivel afectaba a los gemelos, pero no debía ser muy bonito saber que tu madre te confunde, aún siendo con tu gemelo. —. Sí, sé qué quieres preguntar y no, no te echaré de la biblioteca —dijo con una risita negando con la cabeza. No iba a poder ayudar a los gemelos a esa poción de la edad de todos modos, de eso estaba segura. —. Además, mejor que tú que Krum. Está dando vueltas hace un par de días por aquí y llena todo de admiradoras que hacen ruido y me interrumpen —dijo con un suspiro de fastidio. Desde que había empezado a rondar la biblioteca eran pocas las horas de paz que tenía allí.

Volvió a suspirar, esta vez casi divertida por la insistencia de Fred. Era algo que le agradaba de él, nunca se daba por vencido. E incluso tenía muchas buenas ideas, aunque la mayoría requería romper una docena de reglas. —Sí, Dumbledore puede cometer errores, supongo. Pero eso no implica que no haya prestado especial atención a la línea de la edad, teniendo en cuenta la gran cantidad de alumnos que están enojados por quedarse afuera —Aunque admitía que el optimismo de Fred era casi contagioso. —Siempre terminaré diciendo eso —agregó con una risa, sabiendo que probablemente siempre tendría razón.

—Está bien, te escucharé —dijo finalmente, cerrando el libro y sabiendo que no podría volver a agarrar las traducciones hasta después. —¿Qué es lo que tienes planeado hacer? —preguntó. Dean directamente había ido a preguntar cómo podía hacer para superar la línea. En cambio, imaginaba que Fred ya había pensado algo de antemano, era muy inteligente si se refería a romper reglas y hacer lo que quisiera.

La fama no era tan importante, bueno si una parte, si los reconocían como magos competentes, pero el dinero era su objetivo, mejor que estar haciendo ordenes por lechuza, la tienda podría estar con ellos dos en sus manos antes de toparse con la triste noticia de que el local que vieran fuera ocupado, no quería perderlo con George, querían destacar en un modo distinto a sus otros hermanos.

No podía acudir a otros conocidos porque todos tenían el objetivo en mente, sonaba paranoico, pero temía que pudieran ser saboteados en sus ideas de como burlar esa línea de edad, misma que odiaba en esos momentos por estar lejos de la fecha en que podrían cumplir el requisito, solo unos meses los separaban del objetivo.

¿Todo el tiempo? ¿Incluso para ponernos la comida incorrecta? A veces lo creo a veces no. -Más no era el motivo o tema del que quería hablar. -Lo tengo claro, debía intentarlo al menos, se que no somos los mejores en pociones, pero tu si has logrado sacarlas perfectamente en clases. Snape se queja todo el tiempo de eso.

Es un famoso, todas las mujeres están volviéndose locas con eso, tendrías que escuchar a Katie o Angelina que no paran de decir que tan fornido esta. -Si eran sus amigas y todo, pero no quería escuchar eso o de Ron que no paraba de decirlo, hasta se habían burlado diciendo muchas cosas subidas de tono y solo les grito más de la vergüenza a costa de unas risas.

Debió pensarlo, era claro que no tenemos un deporte que hacer en el año y quedarnos fuera no iba a ser tomado bien o con buena cara, más si conoce que habría conflicto con varios de los que estamos cerca en edad. -Claro que los tenía, no era un sobrenatural ser, ante todo era un director entrado en años que de pronto se le iba la cabeza con lo que decía y hacía, pero como era quien controlaba el colegio ellos no se podían quejar demasiado, tenían beneficios en este sitio. - ¿Una poción de edad se puede modificar a tan solo adelantar unos meses? ¿En lugar de años?

De ese modo solo tendríamos la edad justa para pasar la línea, pero sin afectar del todo por los efectos de los ingredientes, no creo que tenga un confundus tan poderoso como para engañar al cáliz de ese modo. -Planteo al haber leído sobre como funcionaba dicha poción y por el tipo de magia del artefacto.

Lo cierto era que Hermione no encontraba tan molesta la interrupción de Fred. Que sí, que estaba interrumpiendo su traducción de runas, pero no era molesto como los otros. Sólo iba y se sentaba a hablar con ella. La trataba bien y era divertido. Podría ser mil veces peor.

—Puede ser... Al menos yo los distingo. Creo. —dijo con una pequeña risa. Es que no era tan cierto porque eran exactamente iguales. En ese momento era más fácil porque uno tenía una cicatriz del verano y el otro no. —. No me sorprende de Snape, la verdad —respondió pero igualmente dolida por no ser prestada atención; esperó que Fred no lo notara porque se sentía vulnerable al pensar eso. No le caía bien Snape pero no le gustaba que no se dieran cuenta de los esfuerzos que hacía. No era que nació sabiendo, se esforzaba mucho para eso.

—Y no sólo las mujeres. Tu hermano pequeño no sabe hablar de otra cosa —dijo poniendo los ojos en blanco un momento. Ron estaba insoportable al respecto aunque todavía no había llorado por un autógrafo suyo. —. Es insufrible realmente. No sé qué hace aquí, si ni siquiera empezaron las pruebas. Ni siquiera fue elegido aún —dió un suspiro de enojo porque la biblioteca era sagrada para ella y la estaban corrompiendo con molestas interrupciones.

Fred tenía razón. Les habían quitado el quidditch. Sí, que iban a tener el torneo, pero era sólo para la gente de diecisiete años. El quidditch era para todos a partir de segundo año. Y había más gente involucrada. —Entiendo que esté el torneo, pero no debería haberles sacado el quidditch, sobre todo sabiendo que los estudiantes se podrán molestos por no poder participar —dijo moviendo la cabeza, en un susurro para que nadie (ni siquiera ella) se enterara que no le había gustado un plan de Dumbledore. Suspiró pensando en la poción. —Sí, es mucho más sencillo hacerla por unos meses y no por dos años, tienes razón. Se tiene que secar dependiendo de cuánto tiempo más quisieras tener, así que debería ser más fácil y rápida. Pero no puedo prometer que funcionará, Fred. Estoy segura de que Dumbledore ya hizo algo para evitarlo —No quería darle esperanzas. En realidad sí, porque era divertido cuando los gemelos estaban entusiasmados por algo, pero en su interior sabía que no iba a funcionar.

Frunció un poco el ceño y se colocó el cabello como pudo detrás de la oreja, aunque su cabello rizado no se lo permitía tanto. —Yo no utilizaría un Confundus, creo que será peor. Una cosa es utilizar una poción en ti mismo y otra utilizar la varita en el Cáliz. Si hay una manera de burlarlo, no creo que sea lanzándole hechizos —dijo negando con la cabeza. Tampoco quería que corrieran peligro.

—Entonces, ¿quieres que te ayude a hacer la poción, o sólo querías saber mi opinión? —preguntó interesada. Si era la primera... No sabía si aceptaría porque era romper las reglas. Pero siempre podía decirles los ingredientes y guiarlo sin tener que tocar nada. Así técnicamente no estaría rompiendo las reglas porque sólo le enseñaría una poción. Para lo que la usara no era de su incumbencia.

Dentro de la biblioteca sabía que madame Pince tenía reglas severas al respecto cuando de libros se trataba, no era para menos pues algunos ejemplares eran tan viejos que posiblemente ni una copia de estos hubiera, lo cuál para el debería de ser hecho, solo por los accidentes que pudieran ocurrir claro, y porque luego se necesitaba más de un mismo libro y los ejemplares eran muy limitados.

Si lo logras entonces vas a ser de las pocas personas, Charlie y Bill son parte de la lista, Percy lo intenta al menos, no diré que no, pero los demás siempre tienen ese problema incluso los que nos conocen de toda la vida como Lee Jordan luego nos confunde. -Era difícil si eran tan parecidos, pero siempre habría un detalle por ahí que los hiciera distintos. Al menos los certificados mágicos registraban sus huellas mágicas y con eso sabían quien era quien.

No me preocuparía demasiado por él, vive amargado, pero es bueno en pociones, la tasa de accidentes en clase bajo mucho, pero no sabe enseñar para nada, creo que no le gusta, pero sigue aquí por algo, yo de ser él habría tomado mis maletas y me habría marchado a buscar el trabajo soñado. -Desconocía también el porque si se le había acusado de muchas cosas, Dumbledore debía tener algún motivo con el profesor.

Soltó una risa porque era verdad, no había nadie más fanático en la familia que Ronniekins. -Pensé que estaría rogándole ya por el autografo, no se le ve fuera de la sala común estos días salvo en clases o la comida, cualquiera diría que esta evadiendo a su ídolo del momento.

La mayoría están apostando por el por su fama, si sigue así al final traerá una larga fila de admiradoras que querrán también meter su nombre en el cáliz para competir con él o que las proteja como delicadas flores de campo. Pero basta de hablar de Krum, otros hablaran de eso.

No estaría mal si nos dejaran alguna actividad, no todos deseamos ser parte del club de ajedrez o del de gobstones, por eso tenemos el Quidditch para quemar las energías, algunos de nuestros compañeros se gradúan y era el año en que podíamos tomar la copa con ellos. -Sentía pena también por eso, solo habría tres campeones mientras el resto se picaba los ojos mirándolos concursar.

Se vería muy abusivo si fuera por dos años, además una vez que se revierta no quiero quedar con los achaques de la edad. -Eso último era más en broma. -Si no funciona pues no lo hará, pero tampoco podemos dejar de intentarlo, es una oportunidad que tenemos, pero si es la mejor de todas las opciones que hay entre el resto. -Tuvo que parar un momento para admirarla, se veía delicada y no en mal sentido, solo que Fred no era ciego, podía ver en ella algo que era atractivo, tal vez que a pesar de todo era una chica que no necesitaba de tantas cosas para tener una cierta belleza natural.

¿No? Bueno si no es la mejor de las ideas, podría rebotar y darle a alguien en modo severo. ¿Entonces la poción o crees que haya una idea mejor? ¿La verdad? Se que es demasiado pedir, si te atrapan nos quitarían puntos además de que técnicamente no deberíamos estar haciendo esto, solo si quieres ayudarnos aceptare. Puedes negarte y no me enfadare, estas en tu derecho de elegir. Haríamos muchas pruebas antes de la versión final o terminaremos en la enfermería tras eso, no lo se George y yo por eso probamos los productos que hacemos antes de venderlos. -Y sabía como podía ser Hermione con las reglas.

—Es más fácil saber quién eres cuando tienes alguna marca, como esa. ¿No le has pedido a Madame Pomfrey que te la sacara? —preguntó pero en realidad le gustaba cómo le había quedado. Ron durante las vacaciones le había pegado en la cara y sólo había hecho que en la mitad de la ceja hubiera una pequeña cicatriz. No quería decirle que para ella le quedaba lindo, por supuesto, pero sí lo pensaba. —. Es que son gemelos idénticos, es normal que los confundan. Aunque me imagino que debe ser molesto —Claro, uno cuando pensaba en Fred y George los veía como un dúo, una dupla. Ella no los conocía tanto por separado pero imaginaba que aunque se parecieran de personalidad, había cosas ligeramente distintas.

No le gustaba pensar en Snape. Odiaba a ese profesor y era tan diferente a Hagrid o al profesor Lupin del año anterior. Le había encantado Defensa Contra las Artes Oscuras el año pasado con Remus Lupin, aún siendo licántropo, y la mayoría de los profesores se daban cuenta de lo mucho que se esforzaba por tener un excelente nivel. Excepto Snape, por supuesto. Tan amargado con todos. —Supongo que es porque no tiene un trabajo soñado. Yo no me lo imagino estando alegre por alguna cosa, ¿no? —preguntó pensativa. Salvo molestar adolescentes, no sabía qué otra cosa podía hacerle feliz y tampoco era algo que le interesara en lo más mínimo. —. Quizás ya supo cuál era su trabajo soñado pero no lo puede conseguir —agregó. Ella no estaba segura de qué quería para su futuro, pero no ser una amargada era eso, definitivamente.

Dejó salir una risa también que acompañó a la de Fred pero le golpeó suavemente el hombro. —Chsttt. No me hagas reír que estamos en la biblioteca —dijo negando con la cabeza. —. Pero sí, no sé qué le pasa. Me ha pedido que le diga a Krum que me de un autógrafo a mí para dárselo a él después —Puso los ojos en blanco, Ron podía ser un tonto cuando quería, que parecía ser todo el tiempo. —. Por supuesto le dije que no, no me interesa involucrarme en esas cosas —dijo sacudiendo la mano. Había visto a Krum por primera vez en el campeonato mundial de quidditch con ellos y Ron estaba emocionadísimo. Tendría que pedirle el autógrafo él.

—Sí lo sé, no lo hubiera hecho así... Y también es raro, porque Hogwarts entera debería saber que no hay nada peor que Fred Weasley aburrido —dijo con una pequeña risa. Si no lo entretenían con quidditch, las bromas y las travesuras se quintuplicarían, o más incluso. Le parecía extraño que nadie hubiese pensado en eso.

Se mordisqueó el labio inferior porque todo lo que le proponía Fred tenía que ver con saltarse muchas normas pero ahí estaba ella, dispuesta a hacerlo. A los chicos los sermoneaba y les decía que no sean tontos y ya. Pero a Fred le gustaba verlo emocionado por una posibilidad, incluso aunque Hermione no creyera que fuera a funcionar. Suspiró derrotada. —No sé por qué pero no te puedo decir que no. Está bien —dijo poniendo los ojos en blanco, como si no le gustara nada su plan pero aún dispuesta a hacerlo. —. Sólo espero que no quedes así de viejo y con el cabello blanco para siempre —agregó con una pequeña sonrisa.

Odiaba romper las reglas, a menos que fuera algo estrictamente necesario, como había pasado el año anterior con Sirius Black o con la poción multijugos en segundo. Pero esto era diferente porque no era necesario. Sólo querían participar del Torneo e iba por fuera de toda norma que impuso Albus Dumbledore. Todo eso estaba en su cabeza, la negativa a Fred de ayudarle a hacer la poción, decirle que no pierda el tiempo y seguir con su traducción de runas. Por esa razón se sorprendió diciendo: —El baño de Myrtle la Llorona es un gran lugar para hacer una poción así y que nadie se entere —Seguramente Fred lo supiera ya, o no, pero al menos era un buen dato. —. Si quieres lograr eso, yo creo que la mejor opción es hacer la poción. Un hechizo puede ser peligroso, y es mejor que sean ingredientes conocidos. Nunca la he hecho, pero te puedo ayudar... Bueno, a ti y a George —aclaró rápidamente. Se colocó deprisa un mechón de cabello detrás de la oreja porque le ponía algo nerviosa. Anotó en un pergamino una lista de ingredientes. —. Estos son lo que recuerdo, pero ya que estamos en la biblioteca, puedes traer algún libro de pociones donde esté completa. Ahí podemos ver si necesitamos algo más y supongo que manos a la obra —dejó salir una sonrisita rebelde. Las normas eran muy importantes para ella pero a la vez cuando las tenía que romper... Pues dependía qué norma. Imaginaba que no pasaría nada malo por ayudar a Fred.

Es cierto, pero aun así no muchos notan ese detalle, como que lo pasan por alto o sus mentes les juegan una mala pasada. En nuestro caso hemos hecho este juego por tanto tiempo que ya no saben si vamos en serio o no.

Son cosas que no son tan importantes, al menos no ahora, que, de otras, me preocupa un poco también como se va a llevar a cabo el torneo de los tres magos, todo mundo menciona lo peligroso que es, y los entiendo, pero si es así porque traerlo de vuelta, no quiero poner la paranoia, pero podría ser otro año peligroso para Harrykins. -Y si Fred podía también ver que esto había estado pasando desde que el pequeño Potter llegara a Hogwarts.

A veces, digo al menos con nuestra familia diría que ellos deberían de ser capaces de diferenciarnos, pero no siempre es así, entonces si casi todos lo hacen si llega a irritarnos, pero tú no lo escuchaste de mi o George dirá que estoy revelando todos los secretos. -Pensó en los distintos profesores, y sentía que Snape no solo tendía a ser así con todos los alumnos, sentía que era de igual manera con los profesores, no podía poner el dedo en el renglón de porque siempre se veía como peleado con el mundo, a lo mejor por su pasado, porque decían que había sido espía para el director, y casi iba a Azkaban, pero la verdad es que a pesar de eso Fred no podía negarse al talento que tenía este en pociones, y de los más jóvenes de la generación.

Puede ser, no todos podemos tener lo que deseamos, es el mismo caso con Filch, creo que solo entre ellos dos pueden tolerarse del todo, pero también siento que eso es triste, imagina que deseas algo que nunca puedas tener por mucho que lo quieras. -Le pasaba con la idea de tener un día su tienda de bromas con su gemelo, su madre solo era capaz de decirles que dejaran de hacerse esas tontas ideas y trabajaran en el Ministerio, donde bien sabían cómo trataban a su padre, presentía que por eso sus hermanos se habían ido lejos.

Cuidado mujer, que pegas fuertes. -Aunque si podía imaginar a su hermano diciendo esas cosas. -Deberías dejar que lo haga por su cuenta, necesita enfrentarse a sus ídolos. -Por otro lado, si hacía una estupidez se podría reír de ello por días.

Es la verdad no se sabe que podemos estar tramando hasta que pase. -Siempre había campo para la innovación de las bromas, Zonko no las cambiaba porque realmente no tenían una competencia en ello.

No tienes que forzarte si no quieres, en serio, a veces siento que la gente no ve que tu talento no solo es hacer lo que los demás no pueden, pero si les dijera eso a todo mundo, no serían genuinos al acercarse. -Le gustaba pasar algo de tiempo con ella, lejos de su gemelo, era una sensación que no comprendía del todo.

Si quedara de ese modo al menos intentaría alguna forma de revertirlo no puede ser permanente u otros no lo intentarían, creo que envejecería con mucha gracia. -Pero si la metería en problemas no lo haría claro a ella si le interesaba su educación.

¿Y cómo sabe la señorita esa clase de información? -Dudaba que fuera algo solo de mera curiosidad si bien no iba por esa zona precisamente porque no toleraba demasiado a aquella fantasma de voz chillona, Peeves era mejor compañía. Arqueo una ceja sorprendido por tal toque de rebeldía, pero no iba a dejar pasar el momento si ella realmente se lo ofrecía. -Claro que me ayudas, digo nos ayudas a los dos, esta bien. -Tomando el pergamino se levantó, algunos ingredientes no eran complicados de conseguir o eran parte del armario común de Hogwarts, si era bueno Snape no se daría cuenta de que faltaban cositas inofensivas.

Sus deseos son ordenes miladi, traeré los libros que necesitamos. -Dijo porque se iba a poner totalmente rojo al verla jugar con ese mechón de cabello que el quiso tomar entre sus dedos y enredarlo, solo por poder sentir la suavidad de este. Moviéndose para ir por estos, necesitaba calmarse un poco, se le estaba agitando el corazón. Busco entre los estantes varios tomos para investigar claro y los llevo a la mesa de vuelta.

Quizás porque le había prestado más atención que al resto, pero Hermione sí tenía algunas cosas que hacía diferencias entre Fred y George, sobre todo en la personalidad, incluso cuando ambas se parecían mucho. Pero tampoco quería decírselo de esa forma porque con lo que le decía se daba cuenta que no era lo normal.

Soltó una pequeña risa, casi hasta aliviada del cambio de tema hacia el Torneo. —Creo que con lo que pasó en el mundial era esperable. Aunque quizás hasta se tuvo que haber cancelado del todo —dijo frunciendo el ceño, pensativa. De todos modos seguramente era un ambiente cuidado, pero habían notado que la seguridad era bastante. —Ay, no seas malo —respondió dándole un pequeño golpe en el brazo. No quería ni hablar de lo que estaba pasando con Harry, ya bastante tenía con sus sueños con Voldemort y lo que había pasado en el campeonato.

Ella pensaba lo mismo. Si para Hermione era tan fácil diferenciarlos, ¿por qué al resto no? Ella había notado no sólo la cicatriz de Fred, sino su manera de hablar y se paraba ligeramente diferente a George, además no la trataban igual. Eran distintos. Y Hermione, se daba cuenta ahora, era bastante detallista. Rió suavemente y al instante se tapó con las dos manos porque estaban en la biblioteca. Negó con la cabeza, lo que hizo que girara de un lado a otro también su cabello. —No lo haré, tu secreto está a salvo conmigo —prometió con la palma de la mano hacia arriba para hacer la promesa.

Hermione no lo quería decir, pero muchas veces se sentía muy superficial. No sabía lo que era sentir con mucho deseo algo que no pudiera tener, porque todo lo que quería saber lo conseguía de los libros. Pero frunció el ceño pensativa cuando levantó la vista y lo vio. Por un instante creyó entender a lo que se refería, pero no supo por qué. —Sí, debe ser una sensación horrible desear algo y no conseguirlo. Es posible que sea por eso que es un amargado —dijo volviendo a la conversación de los profesores. No quiso a detenerse a pensar en lo anterior.

—Acostúmbrate —dijo sonriendo divertida, sabiendo que el golpe no había sido demasiado fuerte. —. Espero que lo haga, yo no voy a andar por ahí pidiendo autógrafos por él —respondió poniendo los ojos en blanco. No tenía ningún interés de acercarse de esa forma al jugador de Quidditch.

Ladeó levemente la cabeza con lo siguiente que le dijo sobre su talento. Probablemente lo decía para que finalmente le dijera que sí, que igual lo iba a hacer, pero a pesar de creer que no iba tan en serio, era agradable escucharlo. —De todas maneras, soy muy buena en hacer cosas que el resto no puede —dijo con una sonrisita satisfactoria. Fres se había ganado que lo ayude.

—Seguro que sí habrá manera de revertirlo. Probablemente encuentre alguna. Pero depende cómo te portes es si voy a transformarte de vuelta o no —respondió divertida y un poco amenazante. De todos modos Fred siempre se portaba bien con ella, no tenía que amenazarlo para eso.

Las mejillas se le pusieron rojas cuando preguntó sobre el baño de Myrtle. —Pues... es lo que dicen por ahí —dijo encogiéndose de hombros sin más. Dudaba que fuera una buena idea contarle a Fred Weasley que había preparado una poción multijugos en segundo año para ir a la sala común de Slytherin convertidos para saber si Malfoy era el heredero de Slytherin. Seguramente a Fred le parecía genial, pero había roto demasiadas reglas.

Asintió mientras le daba el listado de ingredientes. De todos modos después iban a tener que actualizarlo porque las pociones de la edad no eran las que Hermione hacía normalmente así que no lo recordaba por completo.

Se levantó de la silla para estirarse. No estaba nada segura de lo que había hecho y seguramente se arrepentiría y ni siquiera funcionaría. Hermione estaba segura de que no pasarían por encima de Dumbledore con una simple poción, pero a la vez era no sólo porque sabía que estaría mucho más seguro si lo hacía con ella, que lo harían bien, pero también porque le gustaba la idea de pasar un poco más de tiempo con él.

—Bien, perfecto —dijo mirando los libros, otra vez enfocada en ellos antes que en Fred. —. Ayúdame a buscar la poción de la edad —dijo volviendo a tomar asiento y haciéndole una seña para que se sentara a su lado. Quizás leyendo se olvidaría lo raro que se sentía estar a su lado, pero dudaba que la poca distancia que tenían ayudara. Pero tenía que prestarle atención a las pociones.

Entre las personas normalmente prefería cuando no le conocían del todo porque le era mucho más sencillo con su gemelo poder decir que intercambiaban personalidades, y no solo eso, sino que a la vez les permitía no dejarse llevar por las expectativas que muchos otros tenían sobre los gemelos, solo eran conocidos por ser los bromistas y payasos del momento, pero en el fondo eran completamente seres pensantes, de lo contrario las bromas que fabricaban no tendrían realmente el esperado éxito.

Pues no sé si habrían cancelado un evento tan grande, realmente no pensé que fueran a considerar un evento de tal magnitud tomando en cuenta lo complicado que es organizarlo todo además de la cantidad de gente que en realidad quiere entrar, eso de dar una idea y luego decir que es para unos cuantos deja en duda si realmente solo era para emocionar al resto.

No sería mentira, sé que él no quiere un año como el resto, pero siendo el chico elegido no le dan un solo respiro. –Y comprendía, aunque encontraba tonto que todo lo dejaran sobre los hombros del pobre, era un niño realmente, por maduro que quisiera verse.

Perfecto, sino también nuestra terrible forma de jugar a ser el otro se iría fácilmente y seriamos blancos fáciles de los profesores. –Dijo porque a decir verdad entre los dos sacaban los deberes, pero igualmente cada uno tenía sus fuertes.

No lo culparía, considerando la clase de profesores que hemos tenido de defensa, más me sorprende los que logran graduarse, y si él es competente, podría ser más feliz que enseñando pociones. –Snape no era un rayo de sol, al contrario, aunque era experto en su campo, enseñar solo no se le daba al hombre.

Si no eres su lechuza para que lo hagas, debe ser el mismo además no tendrías que hacer las cosas por él, debe poder valerse por sí mismo, de lo contrario solo será un flojo sin remedio. –Dijo porque Ron no tenía que estar mandándola a ella a hacer cosas, se veía mal, de paso que no lo veía haciéndole algún favor a Hermione sin quejarse o que lo viera conveniente.

Si creo que tenga forma de revertirse, de lo contrario no sería usada, o bueno siempre hay a quienes les gusta jugar de todos modos con las cosas prohibidas, hay muchas pociones y hechizos que mal empleados son peligrosos. –Dijo puesto que a prueba y error él y George se habían topado con eso experimentando.

Siento que has hecho cosas que no deberías, rompiendo unas cuantas reglas, pero no diré nada, fingiré que esta información esta sellada en mi mente. –Era claro que no solo decían por ahí, había sonado demasiado apresurado como para serlo. Más era mejor no ahondar demasiado para no hacer que sintiera alguna clase de presión para revelar esos secretos.

Tomo la lista que le daba y la examino cuidadosamente, puesto que era una cosa que no debería de perder, así como tener que convencer a George de no revelar sus planes, esperaba que tuvieran tiempo de crearla, sino tendrían que aguantar el fallo de no poder entrar en el torneo.

Bien, no pudo menos que mirar que no era tan imposible, pero debían estar completamente atentos a todo.

Con los libros en la mesa se sentó a un lado de ella, algo nervioso porque nunca habían estado tan cerca, más le agradaba eso, y no estaba causando caos como para que Madame Pince los echara de la biblioteca. Con un libro en la mano comenzó a revisarlo para buscar la poción que necesitaban en ese momento, muchas podían ser similares, pero no tendrían el mismo efecto que esta. De vez en cuando giraba su mirada discretamente a Hermione que se veía completamente concentrada.  

Hermione nunca pensó en participar de aquel Torneo jamás. Había leído demasiado sobre él y sabía que era peligroso así que, si no se podía cancelar al menos estaba contenta de que sus amigos estuvieran obligados a quedarse quietos y no inscribirse. Aunque, claro, Fred y George iban a intentarlo de todas maneras. Ella no podía impedirlo, claro, pero dudaba mucho de que a Dumbledore se le pasara ninguna cosa y que tuvieran éxito.

—Sigue siendo peligroso —dijo testaruda, pensando sobre todo en Harry y Ron y en lo que habían vivido los tres aquellos tres años anteriores en Hogwarts. —. Así que en verdad mejor para mí que no tengo que estar atrás de Harry y Ron —bufó aunque en realidad sabía que era parte de su trabajo teniendo en cuenta la experiencia.

Asintió con un suspiro. —Es cierto. El primer año con la piedra, el otro con todo lo del heredero de Slytherin y ahora con lo de Sirius Black —negó con la cabeza. Dumbledore les había prohibido que dijeran nada sobre Sirius y su inocencia hasta que él manejara todo, así que era un secreto que tenía que guardar. Y mucho más el hecho de que la rata de Ron era ni más ni menos que Peter Pettigrew... Sí que el año anterior había sido lleno de emociones mayormente negativas.

Sonrió y negó con la cabeza. —No, no son tan distinguibles, aunque me sorprende que a esta altura los profesores no lo hagan. Seguro que Dumbledore sí, pero él es el director —No le sorprendía que entre Fred y George hicieran diferentes cosas en clase para aparentar ser el otro, era lo mínimo que podía esperar de ellos.

—Hace muchos años que no dura más de un año un profesor de Defensa —coincidió negando con la cabeza sin saber bien por qué pasaba. —. El libro La historia de Hogwarts no toca ese tema así que imagino que antes no sucedía eso. Además he leído de profesores que han estado muchos años en el puesto y no ha sucedido nada, así que no sé cuándo ha empezado a pasar; supongo que es coincidencia y una mala racha de elecciones —comentó a Fred pensando que era azar y sólo habían tenido mala suerte de no tener un profesor seguido en años, pero claro, así se había ganado la fama que estaba maldito, pero Hermione no lo creía.

Soltó un suspiro exasperado. —Sí, lo sé. Le pongo los puntos siempre que puedo, pero a veces es insoportable —le confesó con una risita. Ron le caía bien, era su mejor amigo igual que Harry, pero eran muy diferentes entre sí, y si tenía que elegir a uno de los dos, prefería a Harry sin dudarlo.

—¡Por supuesto! Por eso debes estar bien seguro de lo que vas a hacer —le avisó con seriedad. Ella era muy buena bruja y lo sabía pero no por eso iba por ahí experimentando con cosa peligrosas... Bueno, con algunas sí, pero no siempre y sólo porque era necesario (como con la poción multijugos en segundo año pero no era algo que Fred debería saber, claro, no quería manchar su buena imagen).

Pero inmediatamente se habló de Myrtle y se le escapó algo parecido a eso. No quería que Fred se enterara de eso porque ella tenía comportamiento impecable. Sonrió tímidamente cuando lo escuchó. —Por supuesto, es algo que está en tu mente y nada más —dijo sin decir mucho pero sabiendo que Fred lo interpretaría de una manera que Hermione no querría decir en voz alta pero ya que había metido la pata, no podía echarse para atrás.

Le dio algunas cosas a Fred para poder empezar. Realmente dudaba que funcionara porque Dumbledore lo tendría previsto. La poción de la edad no era algo loco, más bien aunque era un poco difícil no estaba al nivel de la poción multijugos así que imagianaba que, quizás, más de uno intentaría usarla. O quizás no los estudiantes no pensaban tanto en eso o no querían romper las reglas... Pero seguro alguien lo intentaría más que Fred y George.

Pero como nunca la había hecho, no recordaba bien los pasos. Así que empezó a buscar por los libros de pociones con el ceño fruncido y la mano en el mentón, como cada vez que estaba concentrada, pero esta vez también sintiendo que el corazón no estaba tan calmado como pensaría.

Creía que era la primera vez que estaba sola con Fred. En realidad con cualquier Weasley que no fuera Ron y definitivamente era mucho más divertido y agradable que su amigo, que ahora lo único que hacía era revolotear alrededor de los estudiantes de Durmstrang a ver si podía conseguir un autógrafo de Viktor Krum.

—Aquí está, ven —le dijo después de un rato. —. No es difícil, pero son varios ingredientes y seguramente haya que sacarlos del armario de pociones... —le dijo con una mueca de preocupación porque si bien ella lo había hecho en segundo, no quería volver a tener el riesgo de ser atrapada por Snape.

No quería realmente pensar en el terrible torneo, no eran tontos los gemelos, sin embargo, el ganarlo implicaba tener el dinero que requerían para poder iniciar el negocio en el que pensaban, Fred sabía que el estar en un escritorio sentado, sin claro insultar a su padre, no era para él ni para George, amaban la libertad, y no eran nerds como Percy.

Lo es, pero a veces el riesgo no está en cómo llegas, sino en que quieres y que estás dispuesto a sacrificar en el camino por llegar a la meta. Sé que es uno de los torneos más peligrosos que pudieran ser inventados por alguien, pero yo, necesito hacerlo, tratar de hacerlo por lo menos. No quiero que creas que solo lo hago por la fama. –Había cosas más importantes que eso. –Además si logramos entrar, sería una oportunidad menos de que Harry se vea en peligro de lo que sea.

No somos tontos, sabemos que pasan cosas muy raras, no parece que sea solo algo que se toma como casualidad, y no puedes cuidarlos todo el tiempo, es una gran carga, aunque seas su amiga. –Tras lo ocurrido con Ginny y el diario, ellos mismos estaban más al pendiente de lo que pasaba a su alrededor, no querían tener que vivir algo así de nuevo.

Quién sabe si de verdad es capaz de decir quien es cada uno, no lo dudo, pero tampoco lo afirmo, como puedes ver es complicado, si es gracioso, pero a veces cansado, así que preferimos que no cambie la dinámica, las personas suelen creer lo que quieren después de todo.

Dicen, pero nadie confirma que es una maldición, pero no han logrado encontrarla. –Ellos habían buscado sin éxito alguno. –Y si también una mala elección de profesores, tenemos que admitir que Lockhart era todo un fraude.  

No dudo que, si es cansado, por eso te lo digo, si necesitas que Ron tenga una ligera charla de realidad, solo dime, encontraremos el modo de que entre en cintura y recuerde que no todos están para darle todo en la mano, debe también hacer el esfuerzo.

Lo haré, promesa de que tendré mucho cuidado con lo que planeo, sino podrás gritarme todo lo que quieras y lo aceptare sin una sola queja, hasta dejare que nos quiten puntos. –Bueno tal vez eso no, pero algo había que dar a cambio.

Bueno claro que hay rumores, siento que además con todos los libros que has encontrado debe de estar escrito por ahí, así que dejemos eso de momento, no vaya a ser que terminemos discutiendo en quien tiene la razón y luego no sepamos ni que teníamos que hacer.

Lo que era, es que, si no sería sencillo hacer la poción, si eso, tendrían hasta un tiempo limitado entre los ingredientes y el mismo proceso, además de la dosis que tendrían que tomar para no pasarse tanto de la edad que necesitaban sino podrían hasta terminar siendo mucho más ancianos que Dumbledore, y eso era mucho decir con todos los años que este se cargaba.

Por eso mismo el pasar tiempo con Hermione era algo diferente a estar con los de su mismo curso, y no sabía si era porque sencillamente por fin tenían algo en que centrarse o porque no estaban Harry y Ron con ella, ni su gemelo.

Si es la verdad, esta es la poción. -Tomando un pergamino adicional, empezó a anotar algunas cosas que podían hacerle referencia a la poción que necesitaban, así como los pasos o como podrían sacar el mejor de los provechos a los ingredientes. –Por los ingredientes no temas, cuando tengamos clase con Snape seguro no notara si falta algo de pronto, somos tantos que a veces dudo que sepa exactamente que guardo en el armario, es el único momento en que podemos tomarlos pasando como una clase más. Solo los más raros veré como conseguirlos, tal vez el bosque o algo.

Hermione terminó siendo una Gryffindor; no es que amara el peligro pero había algo de él que la llamaba. No sabía si era tanto como para participar de aquel torneo, pero podía entender por qué todos se estaban volviendo locos queriendo participar.

—No dudo que no sea sólo por eso —dijo sacudiendo la cabeza. —. Igual te admiro por querer intentarlo, es obvio que es difícil y muy peligroso —De todos modos estaba totalmente segura que no iban a poder lograrlo porque Dumbledore seguro había previsto que intentarían hacerlo de todas maneras.

Suspiró y asintió, más apesadumbrada que otra cosa. —Los dos tienen una habilidad especial para meterse en problemas, así que yo soy la encargada de sacarlos —dijo parcialmente divertida. No estaba segura de hasta qué punto podía decirle algo a Fred de lo que había pasado al menos el año anterior; lo de Sirius Black los habían tenido a todos bastante preocupados y nadie sabía que en realidad era un hombre inocente y que lo habían ayudado a escapar con el hipogrifo condenado a muerte. Imaginaba que para Fred sería totalmente divertido enterarse de eso.

—Imagino que sí es algo cansador después de tanto tiempo. Pero lo importante es saber que ustedes son ustedes, y cada uno tiene una personalidad diferente, el resto no importa —dijo negando con la cabeza porque siempre lo principal era estar seguro con uno mismo y esperaba que a Fred le sucediera eso.

El tema del profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras daba que hablar y, al menos los cuatro años que ella estuvo en Hogwarts, se cumplió exactamente aquella profecía. No sabía de dónde había salido o por qué pero no podía negar que era un hecho.

Se sonrojó levemente cuando habló de Lockhart porque ella era una de las que estaba enamorada de aquel profesor y tuvo que tragarse sus palabras al ver que no era nada como decían los libros, más bien era un fraude.

—No sé si una maldición exactamente... Pero sí, no hubo buena elección de profesores. Aunque me hubiese gustado que el profesor Lupin se quedara. Sé que era un hombre lobo y todo eso pero fue el mejor profesor que tuve y era un buen hombre —comentó aunque Fred no tenía idea del nivel de conocimiento que tenía sobre Remus Lupin por lo sucedido del año pasado. Pero sí lo extrañarían, era un hecho, había sido el mejor profesor que habían tenido.

Sonrió con aquella amenaza de Ron. —Me alegro tenerte de mi parte para defenderme de tu hermano, pero ya lo hago sola —dijo divertida restándole importancia. —. Ya verá que si no lo ayudo no podrá hacer las cosas solo y que no pasará para siempre. Están mal acostumbrados —dijo sacudiendo la cabeza porque Harry era igual aunque no tan pesado como Ron en ese sentido.

Se quedó pensativa unos segundos, pareciendo que tomaba una decisión. —Bueno, acepto. Si no tienes cuidado tendré vía libre para poder gritarte —respondió con una sonrisa de costado y luego negó con la cabeza. —. Mejor lo de los puntos no; realmente quiero ganar la copa de las casas este año —No iban a tener el torneo de Quidditch gracias al Torneo de los Tres Magos así que esperaba como mínimo tener la copa de las casas.

—Es cierto. Además, no habrá necesidad de discutir porque siempre soy yo la que tiene razón —respondió a modo de broma hablando bajito para que Madame Pince no les dijera nada. Le gustaba estar allí bromeando con Fred, le hizo salir un poco de su molde porque nunca lo habían hecho o hablado tanto y la verdad se dio cuenta que se llevaba muy bien con él.

Además, estudiar para ella era una de sus actividades favoritas, así que buscar información sobre algunas pociones aunque fuera para hacer algo ilegal no le molestaba en lo más mínimo. Y Fred evidentemente no la juzgaba más bien lo contrario así que se sentía mucho mejor todavía.

Estaba tranquila mientras iba pasando las páginas del libro pero a la vez había algo en Fred que la ponía un poco nerviosa, sin saber por qué. Estaba acostumbrada a su presencia como a la de George, pero quizás era que estaban solos y aquella cercanía y charla que hacía que ella no pudiera esconderse detrás de sus amigos sino que estaba hablando directamente con él. Le caía bien así que suponía que era eso y no mucho más.

Asintió con la cabeza con su comentario seguro. —Está bien, creo que con eso estaremos bien para empezar. Aunque sí hay algunos ingredientes que no creo que tenga en su armario —dijo pensativa mientras repasaba la lista. Recordó los comentarios del año anterior de Harry y recordó que ellos sabían la existencia de la capa. Se mordió el labio algo nerviosa por la idea que estaba teniendo. —. Bueno... hay algunas plantas que sé que están en el Bosque Prohibido. Creo que podría pedirle la capa a Harry si quieres y vamos a buscarlas —dijo, sabiendo que la perspectiva de una escapada al Bosque Prohibido con Fred durante la noche era algo que la ponía bastante nerviosa y no sólo por la cantidad de reglas que romperían.

la casa que le toco, no era para menos, a pesar de que pudieron ir a cualquier otra, tanto el cómo George sabían que los gemelos no se cambiarían si no fuera por presión social, además de que el sombrero ni lo pensó cuando nombro la casa, como todos los demás Weasley solo los mando a esta, similar a como algunas familias como los ya extintos casi Black que siempre terminaban en Slytherin, al menos hasta que había llegado el famoso Sirius Black a Gryffindor, pero otras en generaciones no habían cambiado del todo.

Además, sus experimentos y bromas eran parte de porque amaban el peligro de un modo distinto a sus hermanos, pues cada cosa podía ser terrible si no se tenía el debió cuidado, aún si varios atribuían eso a que eran vagos y no estudiaban lo suficiente.

Es complicado, sé que es un torneo al que no cualquiera debería arriesgarse, pero si no se intenta tampoco, como puedo decidir si estoy listo para algo más allá, supongamos bueno aquí son solo pruebas, unas que espero no vayan a matarnos como antes, pero afuera, donde hay peligro, no vamos a tener tiempo de pensar, de reaccionar. –Y se refería al claro ataque de la copa de Quidditch donde también surgiera la marca tenebrosa.

Es una broma que oyes tantas veces que solo puedes reírte de ella fingiendo que es divertida aún, a veces ayuda el cambiar de tema para que nadie lo note. Sin embargo, parece que por fin tenemos personas en común que tienen más inteligencia para ver esto.

Había tantas cosas de las que podían hablar, y justo algunos temas no tenían realmente que ver con lo que pedía, pero dado el caso de alguien tratando de espiar conversaciones ajenas, solo se encontraría con varias cosas no relacionadas al torneo, incluso hasta sentía esa necesidad de investigar si en verdad era una maldición lo de los profesores de defensa, de ser así, Moody al final del año no estaría, o podía ser quien rompiera con lo esperado.

Ahogo la risa al recordar que media población femenina admiraba a Lockhart, buenos tiempos cuando molestaba a sus compañeras con eso, incluso su madre hasta que supo quién era de verdad el hombre, ahora lo odiaba y seguramente le pegaría con el rollo de amasar si lo viera.

Es una pena, sí que era divertido, en fin, que la maldición pudo haber tenido que ver, además, siendo honestos, los padres de casi todos los sangre pura, por no decir que unos cuantos más, protestaron por eso, incluyendo que corríamos riesgo, tomará la poción o no de que un accidente pudiera ocurrir, en la historia, de registros al menos no hay otro hombre lobo o semicriatura que haya estudiado tampoco, fue la única excepción a la regla, a menos que contemos al profesor Flitwick.

Como digo, no es tu trabajo cuidar siempre de ellos, a veces tienes que ver por ti misma en esos casos, Ron debería de saber que no todo saldrá como quiere, ni cuenta con la capacidad de salir el mismo de ese problema. Lastimosamente él y Ginny son los mimados de la familia. –Admiraba la paciencia de Hermione lidiando con su hermano en esos casos y de pronto con Harry que parecía desafiar todo lo normal. Claramente en este torneo podía ocurrir de todo, incluso no poder dejar sus nombres, más el intento estaba.

Estaría más que merecido, no solo porque sería un enorme descuido de mi parte, sino que poder decir te lo dije estaría implícito en esos gritos, ante todo no puedo superar del todo tu inteligencia para poder confirmar si Dumbledore efectivamente no puede ser engañado con una poción como esta.

Era la conversación más larga que tuvieran al momento, casualmente pocas veces congeniaban, ya que cada uno siempre tendía a estar con sus grupos de amigos, o en el caso de este, con realizar o vender sus creaciones, pocas veces se les veía largo tiempo en la sala común, siendo sabido por otro lado la cantidad de tiempo que Hermione pasaba en la biblioteca, volviéndolo el primer punto donde buscarla siempre.

También eso lo ponía en cierto modo contento, no quería admitir que su admiración era un crush sobre la joven bruja, misma que estaba ligas lejos de alguien como Fred, por eso a veces trataba de que no se notase cuando estaba observándola, tan perceptiva era que en algún momento lo notaría ella misma.

Considerando que, si tenemos medio seguro la lista de ingredientes, opino que sería bueno ir primero por los que, si podemos sacar del armario, es una hora donde no todos van a estar en clases por la euforia del torneo. –Murmuro, también abriendo sus ojos con sorpresa. –Así que ha empleado bien un regalo, podemos pedírsela si, un paseo por el bosque prohibido no se le puede negar a nadie. Sera un placer acompañarte a buscar plantas, descuida que te protegeré, y dudo que las criaturas puedan de una con mis bromas explosivas.

Se quedó pensando un momento lo que decía Fred. En eso tenía razón, el peligro que vendría afuera de Hogwarts no era para nada el mismo que en un lugar cuidado como el salón de clases. No sabía qué había ahí afuera, pero por lo que hablaba con Harry, y lo que éste hablaba con Sirius, Voldemort estaría más fuerte que nunca teniendo en cuenta que Colagusano hacía pocos meses que se había escapado en su búsqueda; y aunque no le gustaba ni creía ni un poco en Trelawney, Harry habló sobre la profecía que sí parecía que había sido real.

—Creo que será más peligroso que lo que venimos estudiando, pero tienes razón. Es importante saber que nos enfrentaremos a cosas donde si algo sale mal, no tendremos una mala nota y nada más. —dijo negando con la cabeza, aunque admitía que la perspectiva de tener una mala nota era algo completamente horrible para ella, más incluso que terminar muerta. —. De todos modos no sé si participaría aunque pudiera. Creo que ponerme en peligro de esa manera completamente gratis no es muy de mi estilo —comentó con una pequeña sonrisa, negando con la cabeza. —. Aunque, claro, podría ayudar de otras formas. Si llegas a quedar finalmente seleccionado y funciona tu plan, te puedo dar una mano con las pruebas. —se ofreció aunque era más por amabilidad que otra cosa porque dudaba realmente que Fred pudiera sortear los hechizos de Dumbledore.

Sonrió con lo que le dijo, orgullosa de sí misma. —Creo que mientras más los conocen, más fácil se hace todavía distinguirlos. —dijo simplemente, esperando que no notara el rubor de sus mejillas que no tenía idea de dónde había salido. La verdad para ella era fácil distinguirlos porque tenía algunas cosas diferentes aunque parecieran iguales aunque también Hermione era bastante más observadora que una persona promedio.

Remus Lupin había sido su profesor favorito. Le encantaba cómo impartía las clases y fue una pena que se haya ido. Además, había sido junto a Sirius el mejor amigo del papá de Harry, así que imaginaba que sería fantástico tenerlo junto a él, podía llegar a ser una figura paterna para su amigo y probablemente una gran ayuda para los tres.

—¿Crees que la maldición del puesto sea cierta? Moody no me molesta, pero es bastante... brusco en su manera de enseñar. No sé si me gustaría tenerlo hasta séptimo. —dijo con muchas dudas. Entendía que fuera un cazador de magos tenebrosos y todo eso, pero realmente daba un poco de miedo.

Sonrió con el dato que decía Fred. Ella lo sabía también por supuesto, pero era fascinante como él también lo sabía. Ronald ni siquiera hubiera estado interesado en ese dato. —¡Es cierto! Lupin fue de los primeros, además de ser uno de los primeros a quienes se les dio la poción matalobos una vez que se creó. Es el profesor hombre lobo único. Ojalá lo hubieran dejado. Aunque, por supuesto, la gente es extremadamente racista y temerosa con lo que no conoce. —dijo con un suspiro, incapaz de pensar por qué los magos se ponían por encima de elfos domésticos, hombres lobo y otras criaturas. Pero su tristeza se vio interrumpida por una risita por el comentario de Flitwick. —. No sé si cuenta, sólo es enano, pero no cuenta como duende. —dijo con una mano en su mentón, pensativa.

Movió la cabeza con lo que decía Fred. Lo cierto era que Ron era bastante insufrible a veces, sobre todo si recordaba primer año. Harry siempre fue amable con ella y pocas personas lo hacían. Incluso después de esos años, empezando cuarto, mucha gente la seguía tratando mal aunque ella se consideraba buena persona. Los únicos que realmente podían ser sus amigos eran ellos dos, así que sentía que un poco se los debía. —Bueno, son quienes más me aguantan. No podría ser amiga de Lavender o de Parvati, por ejemplo, o de Dean o Seamus. Sí me caen bien pero... No lo sé. Creo que un poco siento que se los debo por ser mis amigos. —dijo con respecto a hacerles los deberes, encogiéndose de hombros levemente.

—No creo que sólo tenga que ver con mi inteligencia... Es que Dumbledore es el mejor mago y el más poderoso de todos. No es que no crea que tengas habilidades. Para hacer los inventos que hacen con George realmente deben ser los mejores, porque eso que hacen con los caramelos... Es impresionante de verdad —dijo con las cejas alzadas, no para hacerle un cumplido sino porque era cierto. Tenían que ser extremadamente buenos en Encantamientos y Transformaciones para lograrlo. —. Pero Dumbledore... bueno, él sigue siendo Dumbledore, ¿sabes?

Le gustaba esa charla con Fred. Si bien se llevaba bien con otras personas, incluso con ravenclaws que querían estudiar, solía sólo estar con Harry y Ron, o en soledad claro, así que era un soplo de aire fresco y le agradaba. Fred en particular le agradaba, se estaba dando cuenta de eso.

Asintió. —Deberíamos hacerlo antes de la hora de la comida, que sabemos que Snape ya no está y apresurarnos para tomar los ingredientes. Haré la lista para que sea más fácil, y sé dónde está cada cosa, así que yo puedo entrar a buscarlos y tú puedes hacer guardia. —Fred, ni nadie, sabía que ellos habían robado ingredientes prácticamente todos los años (aunque el peor fue segundo con la poción multijugos), así que Hermione conocía bien el armario de las pociones. Y teniendo en cuenta que Snape era un hombre de rutina, todo estaría en el mismo lugar que siempre, porque Hermione era una chica con mucha memoria y podía recitar todos los ingredientes de cada estante en orden.

—No creo que tenga problemas, sobre todo porque siempre lo ayudo en lo que sea necesario. Así que está bien, si te parece podemos ir esta noche antes de cenar al armario de ingredientes, que no necesitamos preparación. ¿Cuándo quieres ir al bosque? Debería ser esta semana. —meditó porque si querían hacer esa poción, debían apresurarse antes de que fuera el tiempo límite para poner el nombre de los gemelos en el cáliz.