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"speak now"
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1x1 - Original - Realista
La adolescencia es un período de adaptación al mundo real que no siempre sale bien. Las pocas veces que sí, seguramente sea como lo vivieron Elissa y Danilo. Con diferencia de un año de edad, para ellos no les fue difícil enamorarse rápidamente. Los sueños juntos no tardaron en llegar: Estudiar juntos, mudarse, tener una vida donde sólo importaran ellos dos.
Y luego la adolescencia terminó.
A sus 18 años, Elissa, con toda su vida por delante, tuvo que mudarse de país por un trabajo de su padre. Eso implicaba muchas cosas, un lugar nuevo, nuevo idioma, nuevos amigos, nuevos estudios... Y separarse de Danilo. Él no podía ir, tenía su vida armada y tampoco tenía el dinero para viajar con ellos, además de que no estaba en la invitación.
Elissa le pidió tener una relación a distancia, ¿cómo no iban a poder? Pero Danilo no estaba tan seguro de poder aguantar algo semejante. La distancia era difícil. Y así fue como, una vez mudada, dejaron de hablar lentamente hasta que la relación simplemente terminó.
Poco menos de diez a años después, Elissa vuelve a pisar el suelo que la vio nacer. Volvió a su hogar, a su vida. Y no importaba que hubiera pasado tanto tiempo, ella no podía olvidar a Danilo. Lo primero que hizo cuando llegó era buscarlo, por supuesto. Ella seguía enamorada, quería tener una nueva oportunidad.
Hasta que llegó a su hogar y se enteró que Danilo estaba a punto de casarse con otra.
Y luego la adolescencia terminó.
A sus 18 años, Elissa, con toda su vida por delante, tuvo que mudarse de país por un trabajo de su padre. Eso implicaba muchas cosas, un lugar nuevo, nuevo idioma, nuevos amigos, nuevos estudios... Y separarse de Danilo. Él no podía ir, tenía su vida armada y tampoco tenía el dinero para viajar con ellos, además de que no estaba en la invitación.
Elissa le pidió tener una relación a distancia, ¿cómo no iban a poder? Pero Danilo no estaba tan seguro de poder aguantar algo semejante. La distancia era difícil. Y así fue como, una vez mudada, dejaron de hablar lentamente hasta que la relación simplemente terminó.
Poco menos de diez a años después, Elissa vuelve a pisar el suelo que la vio nacer. Volvió a su hogar, a su vida. Y no importaba que hubiera pasado tanto tiempo, ella no podía olvidar a Danilo. Lo primero que hizo cuando llegó era buscarlo, por supuesto. Ella seguía enamorada, quería tener una nueva oportunidad.
Hasta que llegó a su hogar y se enteró que Danilo estaba a punto de casarse con otra.
35 años - PB: Adam Levine - Dauntless
Danilo Sinclair
34 años - PB: Hayley Williams - Moonchild
Elissa Hanson
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Danilo | Casa de Danilo | Tiempo actual | Con Elissa
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
Por una vez en la vida pensó en lo que debería de ser organizar una boda para los que se dedicaban a eso, cuando era adolescente había creído que era cualquier cosa, solo escoger un lugar, los adornos y listo, pero no, ahora que veía a quien era su prometida hablando de la diferencia de colores sobre los vestidos de las damas de honor se preguntaba qué diferencia había entre magenta luminoso y solo magenta, para empezar el los veía exactamente iguales, pero ni preguntarle sobre eso, o seguramente le caería otra larga tirada de que no eran lo mismo que él no tenía sentido del color (y si no lo tenía tampoco le importaba mucho).
Pero tenía paciencia, paso mucho tiempo para que pudiera realmente tener una relación luego de la que había tenido con Elissa, la diferencia de pensamientos es lo que los había dividido y él no quería caer en eso de que una relación a distancia al final terminase siendo peor para ambos, había optado por ser un poco egoísta en ello negándose a aceptarlo, y si sufrió por ello a su manera, sin embargo, lo hecho estaba y no había modo alguno de deshacerlo.
Mensajes de textos, llamadas, se volvió todo escaso hasta pasar a un punto en el que Danilo ya no tenía la menor pista de ella, no sabía nada, y quienes eran amistades de ambos, no le mencionaban nada acerca de como le iba, tampoco preguntaba.
Los años habían pasado y ahí fue cuando entro en su vida el amor de nuevo. Gabriela o Gaby, como le decía, era una chica muy distinta a Elissa, al inicio no pensaba mucho en iniciar algo, pero ella había sido persistente, al punto de que, tras meses de citas, descubrió que sentía atracción y más adelante amor, sí, Elissa había sido su primer amor, y novia, pero la distancia había podido más, y esta era una nueva oportunidad en su vida.
Tomo años que llegaran al punto de comprometerse, y fijar una fecha para la boda, justo a poco de que esta fuera efectuada, solo eran los toques finales lo que faltaba, desconociendo que eso no tendría que ser la única preocupación, lo que esperaba tras el timbre que resonaba en la casa era algo que no habría esperado que se diera.
Pero tenía paciencia, paso mucho tiempo para que pudiera realmente tener una relación luego de la que había tenido con Elissa, la diferencia de pensamientos es lo que los había dividido y él no quería caer en eso de que una relación a distancia al final terminase siendo peor para ambos, había optado por ser un poco egoísta en ello negándose a aceptarlo, y si sufrió por ello a su manera, sin embargo, lo hecho estaba y no había modo alguno de deshacerlo.
Mensajes de textos, llamadas, se volvió todo escaso hasta pasar a un punto en el que Danilo ya no tenía la menor pista de ella, no sabía nada, y quienes eran amistades de ambos, no le mencionaban nada acerca de como le iba, tampoco preguntaba.
Los años habían pasado y ahí fue cuando entro en su vida el amor de nuevo. Gabriela o Gaby, como le decía, era una chica muy distinta a Elissa, al inicio no pensaba mucho en iniciar algo, pero ella había sido persistente, al punto de que, tras meses de citas, descubrió que sentía atracción y más adelante amor, sí, Elissa había sido su primer amor, y novia, pero la distancia había podido más, y esta era una nueva oportunidad en su vida.
Tomo años que llegaran al punto de comprometerse, y fijar una fecha para la boda, justo a poco de que esta fuera efectuada, solo eran los toques finales lo que faltaba, desconociendo que eso no tendría que ser la única preocupación, lo que esperaba tras el timbre que resonaba en la casa era algo que no habría esperado que se diera.
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Elissa | Casa de Danilo | Actualidad | antes de la boda
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
Volver a su ciudad era algo que estaba esperando desde hacía mucho tiempo. Años. Quería volver a caminar las mismas calles, los mismos parques, andar en bicicleta por esos caminos que iban entre el bosque tranquilo de toda la vida.
Pero las expectativas que tenía Elissa, en lo que pensaba mientras viajaba en el avión, era volver a ver a Danilo. Habían pasado muchos años, pero ella volvía definitivamente. Y estaba dispuesta a continuar lo que habían dejado, no por elección propia, sino por la distancia.
Quizás había puesto demasiadas expectativas en algo que había pasado cuando eran adolescentes, pero él había sido el amor de su vida, y no importaba cuántos habían pasado durante sus años en Italia, Danilo siempre aparecía en su mente.
Tal vez no debería haberse ilusionado tanto, pero cuando llegó a la casita que con esfuerzo se había comprado a la distancia, lo primero que quiso hacer era ir a verlo... Si es que vivía en el mismo lugar.
Su mejor amiga, Lila, iría a verla durante la tarde. No sabía qué le pasaba, pero le había dicho que la esperara en su casa, casi como si fuera una rehén. Pero Elissa nunca fue buena siguiendo órdenes. Así que dejó las maletas, se bañó para sacarse el cansancio del viaje, y fue caminando hacia la anterior casa de Danilo, disfrutando el aire cálido de su hogar.
Escuchó movimiento dentro de la casa y se mordió el labio, entre nerviosismo y emoción. Tocó el timbre y jugueteó con los dedos pulgares mientras esperaba que abriera la puerta. No había preparado qué iba a decirle, suponía que iba a dejar que sus impulsos la llevaran; siempre había sido impulsiva, era una característica suya.
Cuando lo hizo, lo miró con una sonrisa de oreja a oreja. Danilo estaba más grande, los años no habían venido solos, para ella tampoco, ya ambos tenían casi treinta y cinco años y habían pasado más de diez de la última vez que se vieron. Pero los años le habían venido extremadamente bien. Estaba más guapo de lo que recordaba.
—¡Sorpresa! —dijo alzando las palmas, separando los dedos, en señal de alegría y contenta. Estaba tan emocionada que no se daba cuenta de lo que sucedía alrededor.
Pero las expectativas que tenía Elissa, en lo que pensaba mientras viajaba en el avión, era volver a ver a Danilo. Habían pasado muchos años, pero ella volvía definitivamente. Y estaba dispuesta a continuar lo que habían dejado, no por elección propia, sino por la distancia.
Quizás había puesto demasiadas expectativas en algo que había pasado cuando eran adolescentes, pero él había sido el amor de su vida, y no importaba cuántos habían pasado durante sus años en Italia, Danilo siempre aparecía en su mente.
Tal vez no debería haberse ilusionado tanto, pero cuando llegó a la casita que con esfuerzo se había comprado a la distancia, lo primero que quiso hacer era ir a verlo... Si es que vivía en el mismo lugar.
Su mejor amiga, Lila, iría a verla durante la tarde. No sabía qué le pasaba, pero le había dicho que la esperara en su casa, casi como si fuera una rehén. Pero Elissa nunca fue buena siguiendo órdenes. Así que dejó las maletas, se bañó para sacarse el cansancio del viaje, y fue caminando hacia la anterior casa de Danilo, disfrutando el aire cálido de su hogar.
Escuchó movimiento dentro de la casa y se mordió el labio, entre nerviosismo y emoción. Tocó el timbre y jugueteó con los dedos pulgares mientras esperaba que abriera la puerta. No había preparado qué iba a decirle, suponía que iba a dejar que sus impulsos la llevaran; siempre había sido impulsiva, era una característica suya.
Cuando lo hizo, lo miró con una sonrisa de oreja a oreja. Danilo estaba más grande, los años no habían venido solos, para ella tampoco, ya ambos tenían casi treinta y cinco años y habían pasado más de diez de la última vez que se vieron. Pero los años le habían venido extremadamente bien. Estaba más guapo de lo que recordaba.
—¡Sorpresa! —dijo alzando las palmas, separando los dedos, en señal de alegría y contenta. Estaba tan emocionada que no se daba cuenta de lo que sucedía alrededor.
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Danilo | Casa de Danilo | Tiempo actual | Con Elissa
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
Parte de no haberse marchado del sitio donde creciera es que por mucho que sonase como poco ambicioso o apático, la realidad es que dentía que no sería lo mismo estando en otro país viviendo. Si entendía a los que consideraban tal cosa como un desperdicio de habilidades y potencial a der algo más. En su opinión personal creía que en los años subsequentes no solo a la separación con Elissa sino a un arduo camino y esfuerzo había logrado sobresalir y cumplir varios de sus sueños.
Esto no quería decir que no hubiera viajado. Solo no vivía en otro lado, sus padres estaban felices de darle tanto su espacio como de apoyarlo si se independizaba, lo cuál hizo más ocasionalmente volvía a visitarlos. Así es como Gaby había sido introducida a la familia, y que ahora estuvieran ahí de visita para ir organizando detalles de la boda, era más fácil entre todos, su madre solo daba consejos pero no imponía sus decisiones, exclamando que la ceremonia era de ellos, no para ser influenciados y su padre era soporte moral cuando la cabeza le daba vueltas de pensar en ramos y decoraciones.
Los invitados confirmados y con invitaciones eran organizados en las mesas a un modo de que hubiera comodidad y ninguno de ellos se sintiera fuera de lugar.
Esto le recordaba ligeramente a algunas tardes con Elissa cuando mencionaban a futuro su boda con detalles de como debería ser. Honestamente nada de lo que acordó con ella estaría siendo usado con Gaby, no le daría esa descortesía a ninguna de las dos.
Se había despertado tarde al no tener que trabajar encontrando nota de sus padres y prometida avisando que salían a realizar compras. Pensando que eran ellos había abierto la puerta encontrandose de lleno no con su familia. Sino de cara al pasado. -¿Elissa? ¿Qué haces aquí? -Preguntó confundido ni siquiera tenía idea alguna de que más decirle. O de moverse de la puerta.
¿Quien solo llegaba de la nada tras años sin hablarse? Pero así era ella. Bastante impulsiva en sus actos y decisiones.
Esto no quería decir que no hubiera viajado. Solo no vivía en otro lado, sus padres estaban felices de darle tanto su espacio como de apoyarlo si se independizaba, lo cuál hizo más ocasionalmente volvía a visitarlos. Así es como Gaby había sido introducida a la familia, y que ahora estuvieran ahí de visita para ir organizando detalles de la boda, era más fácil entre todos, su madre solo daba consejos pero no imponía sus decisiones, exclamando que la ceremonia era de ellos, no para ser influenciados y su padre era soporte moral cuando la cabeza le daba vueltas de pensar en ramos y decoraciones.
Los invitados confirmados y con invitaciones eran organizados en las mesas a un modo de que hubiera comodidad y ninguno de ellos se sintiera fuera de lugar.
Esto le recordaba ligeramente a algunas tardes con Elissa cuando mencionaban a futuro su boda con detalles de como debería ser. Honestamente nada de lo que acordó con ella estaría siendo usado con Gaby, no le daría esa descortesía a ninguna de las dos.
Se había despertado tarde al no tener que trabajar encontrando nota de sus padres y prometida avisando que salían a realizar compras. Pensando que eran ellos había abierto la puerta encontrandose de lleno no con su familia. Sino de cara al pasado. -¿Elissa? ¿Qué haces aquí? -Preguntó confundido ni siquiera tenía idea alguna de que más decirle. O de moverse de la puerta.
¿Quien solo llegaba de la nada tras años sin hablarse? Pero así era ella. Bastante impulsiva en sus actos y decisiones.
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Elissa | Casa de Danilo | Actualidad | antes de la boda
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
Siempre había pensado lo que era volver, y siempre con optimismo. Tenía la esperanza de volver una vez terminara sus estudios en Italia y al hacerlo quizás pecara de fantasiosa, pero soñaba con la vida que tenía en su ciudad natal, esa vida que anhelaba.
Pero no soñaba con nostalgia o tristeza. Elissa siempre había sido optimista y alegre y no había perdido aquellos rasgos de su personalidad. Seguía siendo la misma, aunque quizás con un italiano un poco mejor que antes.
Ilusionada como era, claro que quería ver a Danilo otra vez. Sabía que estaba la posibilidad de que ni siquiera siguiera viviendo en ese lugar, pero no le importaba. Tenía que intentarlo. No quería que se enterara de otra manera, quería darle la sorpresa ella misma.
No sabía cómo iba a reaccionar al verla después de tantos años. Esperaba que bien, al menos tenía esa esperanza. Algo como no le que habían vivido juntos merecía algo así.
Cuando abrió la puerta no podía hacer más que sonreir ampliamente. Ya se reía de la reacción que iba a tener Danilo cuando la viera. Se preguntó qué pensaría él, pero estaba segura de que se alegraría de verla de nuevo.
El primer gesto que tuvo él de todas maneras fue confusión. Cuando le vio la cara no pudo sino dejar salir una pequeña risa. —Vengo a darte la sorpresa yo antes de que alguien más lo haga —dijo con aire divertido. No quería que nadie se adelantara a ella misma.
—¡He vuelto! Y por fin planeo quedarme aquí, esta vez para siempre —le dio la noticia y le dio un abrazo. No era de esos abrazos cargados de tensión. No habían estado juntos hacia mucho tiempo y quizás ya no eran pareja, pero ella seguía queriéndolo mucho. No sabía lo que iba a deparar el futuro, pero por lo menos planeaba tener a Danilo en su vida.
Pero no soñaba con nostalgia o tristeza. Elissa siempre había sido optimista y alegre y no había perdido aquellos rasgos de su personalidad. Seguía siendo la misma, aunque quizás con un italiano un poco mejor que antes.
Ilusionada como era, claro que quería ver a Danilo otra vez. Sabía que estaba la posibilidad de que ni siquiera siguiera viviendo en ese lugar, pero no le importaba. Tenía que intentarlo. No quería que se enterara de otra manera, quería darle la sorpresa ella misma.
No sabía cómo iba a reaccionar al verla después de tantos años. Esperaba que bien, al menos tenía esa esperanza. Algo como no le que habían vivido juntos merecía algo así.
Cuando abrió la puerta no podía hacer más que sonreir ampliamente. Ya se reía de la reacción que iba a tener Danilo cuando la viera. Se preguntó qué pensaría él, pero estaba segura de que se alegraría de verla de nuevo.
El primer gesto que tuvo él de todas maneras fue confusión. Cuando le vio la cara no pudo sino dejar salir una pequeña risa. —Vengo a darte la sorpresa yo antes de que alguien más lo haga —dijo con aire divertido. No quería que nadie se adelantara a ella misma.
—¡He vuelto! Y por fin planeo quedarme aquí, esta vez para siempre —le dio la noticia y le dio un abrazo. No era de esos abrazos cargados de tensión. No habían estado juntos hacia mucho tiempo y quizás ya no eran pareja, pero ella seguía queriéndolo mucho. No sabía lo que iba a deparar el futuro, pero por lo menos planeaba tener a Danilo en su vida.
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Danilo | Casa de Danilo | Tiempo actual | Con Elissa
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
La posibilidad de encontrarse con Elissa era como una aguja en un pajar, Danilo ni siquiera pensó en que ella tuviera intenciones de volver al pueblo si estaba en un sitio que en apariencia ofrecía mejor estilo de vida, y ella misma menciono alguna vez eso, que si pudie se iría, de hecho toda su familia se termino mudando, así que a menos que el padre ya se hubiera retirado no le hacía sentido, o la otra es que tuviera algunas vacaciones y viniera a ver a sus amistades al pueblo, varios también se marcharon a buscar su fortuna en otros lados.
Otros como Danilo se establecieron y continuaban solteros o tenían parejas, pero no había bodas en puerta más que la suya, considerando que también pasaban ya algunos años de noviazgo con Gaby, era claro que este sería el siguiente paso en su vida.
Hacia también mucho que había superado la ruptura, no hablaba de cosas que habría hecho con ella o de lo que hizo en su momento, trataba de no caer en esa rutina donde se repite el patrón, Gaby además tenía gustos diferentes a los de Elissa, le había tenido paciencia cuando sentía que estaba arruinando algo, teniendo largas charlas sobre justamente un poco de la culpa que cargara con la relación a distancia que para el nunca fue opción, también por darle una oportunidad a Elissa de que no se sintiera atada a un sitio como este.
¿De que sorpresa estas hablando? - ¿Acaso era una broma de alguno de sus amigos? ¿O era algo que ni ellos mismos sabían? No por el grupo al menos, no tenía nuevas notificaciones al respecto. Pero volvería a revisarlo más tarde, si es que había algo ahí.
Se tenso altamente con el abrazo, realmente comenzaba a sentirse totalmente incomodo con la situación. - ¿Felicidades? Supongo, de que hayas vuelto, ¿vienes con tu familia a vivir de nuevo? Creí que se quedarían en Italia. -Era tanta la confusión que no había invitado a Elissa a pasar siquiera a la casa. Lentamente la separo de si mismo, necesitaba algo de contexto, y lo necesitaba ahora. Cada gesto era peor al anterior. -No es que no sienta gusto por verte, pero honestamente creo que hay alguna clase de confusión. -Tampoco es que iba a ser un grosero echándola a patadas y empujones.
Otros como Danilo se establecieron y continuaban solteros o tenían parejas, pero no había bodas en puerta más que la suya, considerando que también pasaban ya algunos años de noviazgo con Gaby, era claro que este sería el siguiente paso en su vida.
Hacia también mucho que había superado la ruptura, no hablaba de cosas que habría hecho con ella o de lo que hizo en su momento, trataba de no caer en esa rutina donde se repite el patrón, Gaby además tenía gustos diferentes a los de Elissa, le había tenido paciencia cuando sentía que estaba arruinando algo, teniendo largas charlas sobre justamente un poco de la culpa que cargara con la relación a distancia que para el nunca fue opción, también por darle una oportunidad a Elissa de que no se sintiera atada a un sitio como este.
¿De que sorpresa estas hablando? - ¿Acaso era una broma de alguno de sus amigos? ¿O era algo que ni ellos mismos sabían? No por el grupo al menos, no tenía nuevas notificaciones al respecto. Pero volvería a revisarlo más tarde, si es que había algo ahí.
Se tenso altamente con el abrazo, realmente comenzaba a sentirse totalmente incomodo con la situación. - ¿Felicidades? Supongo, de que hayas vuelto, ¿vienes con tu familia a vivir de nuevo? Creí que se quedarían en Italia. -Era tanta la confusión que no había invitado a Elissa a pasar siquiera a la casa. Lentamente la separo de si mismo, necesitaba algo de contexto, y lo necesitaba ahora. Cada gesto era peor al anterior. -No es que no sienta gusto por verte, pero honestamente creo que hay alguna clase de confusión. -Tampoco es que iba a ser un grosero echándola a patadas y empujones.
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Elissa | Casa de Danilo | Actualidad | antes de la boda
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
Quizás había estado mal en confiar en que Danilo la iba a recibir bien y feliz pero, ¿qué podía esperar? Siempre se habían llevado bien, habían hecho locuras juntos, habían tenido miles de aventuras, y sólo se separaron porque estuvieron obligados. Sino probablemente en ese mismo momento ambos estarían viviendo en la misma casa en la que Danilo le abrió la puerta.
No sabía qué iba a decir cuando la viera, pero esperaba que se pusiera contento de que Elissa volviera a la ciudad. Suponía que no iban a ponerse en pareja otra vez, al menos no tan rápido, pero... Si él estaba soltero quizás era un buen momento para retomar sus vidas, la que habían tenido que dejar.
—Lila era la única que lo sabía pero le prohibí decírselo a todo el mundo, así que era una sorpresa. Que he vuelto y me instalaré de nuevo en el pueblo —le dijo con media sonrisa. Danilo también era amigo de Lila, pero Lila era su mejor amiga así que tenía que hacerle caso... O no, pero al menos se le había adelantado. Por alguna razón, Lila no estaba tan segura de querer que Danilo se enterara de esa forma pero Elissa no entendía por qué. Pensó que su amiga le estaba ocultando algo pero, ¿qué podría ser? Nada, seguramente. Lila nunca le ocultaba nada... ¿O sí?
Sintió que se ponía tenso frente a su abrazo. Elissa frunció levemente el ceño porque no entendía por qué. ¿Es que quizás había sido demasiado efusiva? Ella siempre lo había sido, claro, y siempre había mantenido varios rasgos de su personalidad... Y Danilo lo sabía. Imaginaba que tanto tiempo separado de ella, la distancia y todo... Sólo necesitaba volver a acostumbrarse al torbellino que era ella.
Mientras se separaba de él, todavía algo confundida, asintió. —Ellos decidieron quedarse en Italia. Papá ha conseguido escalar en su trabajo hasta llegar a gerente general, así que no iba a volver, y mamá está bastante bien. Se ha puesto una librería esotérica y tiene bastante éxito —dijo con una risita. Una de las cosas que siempre les había causado gracia era el gusto de su madre por las cartas de tarot y esas cosas, así que que se hubiera instalado y puesto una tienda de ese estilo no era de extrañar. —. Definitivamente tengo mucho para contarte, y me imagino que tú también a mí —Es que no sólo quería decirle todo lo que había vivido, lo que había estudiado y sus planes, también lo quería escuchar a él.
Volvió a fruncir el ceño porque no entendía. —¿Por qué confusión? —dijo sacudiendo la cabeza, ahora ella estaba confundida también. De todas maneras su optimismo no se iba, claro. —. He venido a darte la sorpresa que estoy de nuevo aquí. Ya sabes, he vuelto y no quería que te enteraras por otro lado —Miró alrededor porque era una de las pocas veces que no sabía qué decir. —¿Quieres tomar un café o algo? Así podemos hablar y ponernos al día... Ya sabes, por los viejos tiempos —le dedicó inconscientemente una sonrisa amplia, de esas que cuando eran adolescentes le decía que sólo eran para él. No es que pretendía que volvieran a ser lo mismo ni nada por el estilo, pero charlar un poco no estaría mal, ¿verdad?
No sabía qué iba a decir cuando la viera, pero esperaba que se pusiera contento de que Elissa volviera a la ciudad. Suponía que no iban a ponerse en pareja otra vez, al menos no tan rápido, pero... Si él estaba soltero quizás era un buen momento para retomar sus vidas, la que habían tenido que dejar.
—Lila era la única que lo sabía pero le prohibí decírselo a todo el mundo, así que era una sorpresa. Que he vuelto y me instalaré de nuevo en el pueblo —le dijo con media sonrisa. Danilo también era amigo de Lila, pero Lila era su mejor amiga así que tenía que hacerle caso... O no, pero al menos se le había adelantado. Por alguna razón, Lila no estaba tan segura de querer que Danilo se enterara de esa forma pero Elissa no entendía por qué. Pensó que su amiga le estaba ocultando algo pero, ¿qué podría ser? Nada, seguramente. Lila nunca le ocultaba nada... ¿O sí?
Sintió que se ponía tenso frente a su abrazo. Elissa frunció levemente el ceño porque no entendía por qué. ¿Es que quizás había sido demasiado efusiva? Ella siempre lo había sido, claro, y siempre había mantenido varios rasgos de su personalidad... Y Danilo lo sabía. Imaginaba que tanto tiempo separado de ella, la distancia y todo... Sólo necesitaba volver a acostumbrarse al torbellino que era ella.
Mientras se separaba de él, todavía algo confundida, asintió. —Ellos decidieron quedarse en Italia. Papá ha conseguido escalar en su trabajo hasta llegar a gerente general, así que no iba a volver, y mamá está bastante bien. Se ha puesto una librería esotérica y tiene bastante éxito —dijo con una risita. Una de las cosas que siempre les había causado gracia era el gusto de su madre por las cartas de tarot y esas cosas, así que que se hubiera instalado y puesto una tienda de ese estilo no era de extrañar. —. Definitivamente tengo mucho para contarte, y me imagino que tú también a mí —Es que no sólo quería decirle todo lo que había vivido, lo que había estudiado y sus planes, también lo quería escuchar a él.
Volvió a fruncir el ceño porque no entendía. —¿Por qué confusión? —dijo sacudiendo la cabeza, ahora ella estaba confundida también. De todas maneras su optimismo no se iba, claro. —. He venido a darte la sorpresa que estoy de nuevo aquí. Ya sabes, he vuelto y no quería que te enteraras por otro lado —Miró alrededor porque era una de las pocas veces que no sabía qué decir. —¿Quieres tomar un café o algo? Así podemos hablar y ponernos al día... Ya sabes, por los viejos tiempos —le dedicó inconscientemente una sonrisa amplia, de esas que cuando eran adolescentes le decía que sólo eran para él. No es que pretendía que volvieran a ser lo mismo ni nada por el estilo, pero charlar un poco no estaría mal, ¿verdad?
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Danilo | Casa de Danilo | Tiempo actual | Con Elissa
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
No tenia idea en serio de que pasaba en cabeza ajena, vale que era normal que uno viera a un conocido de tiempo, pero todo era tan confuso, como si ella nunca se hubiera marchado o en el caso fuera, que hiciera como si no tuvieran años separados. Elissa de por si era efusiva, ¿acaso nadie le conto que tenía a alguien más y que se casarían?
Y eso solo lo encontró en casa de sus padres porque estaba visitando de estar ellos quien sabe cómo la habrían recibido, al inicio estaban enfadados por la separación, como si sintieran que Elissa hizo algo imperdonable al dejarlo cuando la clara cuestión es que no pensaba estar en una relación a distancia sintiendo que no era suficiente.
Ya veo, bueno Lila entonces no debe de saber que seguro has venido hasta acá ¿no? Solo estaba de visita para con mis padres, enhorabuena por la mudanza de regreso al pueblo. -Continuaba asumiendo que todo eso no tenía nada que ver con él ni era por su causa, absolutamente claro que no.
Entiendo, vienes por tu cuenta, me alegra saber que han tenido éxito en lo que se propusieron cuando tuvieron que mudarse, parecía que no sería fácil pero tus padres son bastante trabajadores, es lógico que tendrían éxito. -Ok sí, bueno no sabía si estaba listo para ver a su ex pareja contándole todo, quedaba claro que era la situación o la forma en que estaba asumiendo las cosas. -No creo que tenga demasiado por contar, sigo aquí tras tiempo entonces la mayor parte del tiempo no hubo cambios tan drásticos.
Ciertamente es una sorpresa eso, no lo habría esperado. -Ni medio mundo o salvo que ella ya hubiera pasado a visitar a otros además de Lila pronto se sabría que Elissa estaba por aquí, incluso los que nunca decían demasiado estarían ansiosos de saber los detalles. -Supongo que es que todo realmente me dejo en shock, tiene años que no te veía.
Luego tuvo que verse en un dilema, ya que tenia planes en ese día no podía solo dejarlos, y entendía que ella lo desconocía. -Lo siento, no creo que te pueda acompañar hoy, tendría que ser en otro momento porque tengo varios encargos, recién has vuelto también necesitas descansar un poco de tan largo viaje. ¿Son muchas horas no? De camino desde Italia.
Seguro que no estaba haciendo nada malo, no es como que se fugaría con ella en un corcel al amanecer, pero si tenia al menos que asimilarlo, la mitad de las cosas dichas solo revoloteaban por su cabeza sin sentido. La que podría saber más detalles era Lila, y eso podría poner en aprietos a Elissa si nadie sabia donde estaba. A lo mejor quería contarle que ya tenia una pareja y se mudaría con esta al pueblo.
Y eso solo lo encontró en casa de sus padres porque estaba visitando de estar ellos quien sabe cómo la habrían recibido, al inicio estaban enfadados por la separación, como si sintieran que Elissa hizo algo imperdonable al dejarlo cuando la clara cuestión es que no pensaba estar en una relación a distancia sintiendo que no era suficiente.
Ya veo, bueno Lila entonces no debe de saber que seguro has venido hasta acá ¿no? Solo estaba de visita para con mis padres, enhorabuena por la mudanza de regreso al pueblo. -Continuaba asumiendo que todo eso no tenía nada que ver con él ni era por su causa, absolutamente claro que no.
Entiendo, vienes por tu cuenta, me alegra saber que han tenido éxito en lo que se propusieron cuando tuvieron que mudarse, parecía que no sería fácil pero tus padres son bastante trabajadores, es lógico que tendrían éxito. -Ok sí, bueno no sabía si estaba listo para ver a su ex pareja contándole todo, quedaba claro que era la situación o la forma en que estaba asumiendo las cosas. -No creo que tenga demasiado por contar, sigo aquí tras tiempo entonces la mayor parte del tiempo no hubo cambios tan drásticos.
Ciertamente es una sorpresa eso, no lo habría esperado. -Ni medio mundo o salvo que ella ya hubiera pasado a visitar a otros además de Lila pronto se sabría que Elissa estaba por aquí, incluso los que nunca decían demasiado estarían ansiosos de saber los detalles. -Supongo que es que todo realmente me dejo en shock, tiene años que no te veía.
Luego tuvo que verse en un dilema, ya que tenia planes en ese día no podía solo dejarlos, y entendía que ella lo desconocía. -Lo siento, no creo que te pueda acompañar hoy, tendría que ser en otro momento porque tengo varios encargos, recién has vuelto también necesitas descansar un poco de tan largo viaje. ¿Son muchas horas no? De camino desde Italia.
Seguro que no estaba haciendo nada malo, no es como que se fugaría con ella en un corcel al amanecer, pero si tenia al menos que asimilarlo, la mitad de las cosas dichas solo revoloteaban por su cabeza sin sentido. La que podría saber más detalles era Lila, y eso podría poner en aprietos a Elissa si nadie sabia donde estaba. A lo mejor quería contarle que ya tenia una pareja y se mudaría con esta al pueblo.
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Elissa | Casa de Danilo | Actualidad | antes de la boda
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
Elissa no estaba segura de qué esperar. Ni siquiera lo había pensado porque ella iba libre siguiendo sus deseos y lo que quería hacer en ese momento. Había cosas de las que estaba segura, sobre todo de más pequeña, pero el viaje a Italia la había cambiado. Si bien siempre fue efusiva, también el viaje le había enseñado que siempre puede ser la última vez sin saberlo, entonces ella trataba de vivir de esa manera.
—Sí, exacto —dijo con una risa por no haberle hecho caso a su amiga. — . Me dijo que me quedara en casa cuando llegue y que ella vendría después, pero ya sabes cómo soy —Se encogió de hombros como diciendo «no cambió mucho». —, no puedo mantenerme quieta. Y como tu casa es la primera de todas... —Había hecho una línea de los lugares a los que quería ir, pero consciente o inconsciente, la casa de Danilo era la primera. —Muchas gracias —dijo con una sonrisa y entonces cayó en cuenta lo que le dijo y levantó un poco las cejas. —. Oh, ¿es la casa de tus padres solos, entonces? ¿Sigues viviendo por aquí o te has ido a la gran ciudad? —preguntó con una sonrisa de lado. Esperaba que estuviera viviendo por ahí cerca.
Asintió brevemente con la cabeza. La mudanza había sido difícil para todos, no sólo para ellos dos. Su padre había tenido que empezar de cero en el trabajo y le costó mucho llegar a donde estaba en ese momento, además el nuevo idioma para su madre y ella... Todo había sido complejo. —La verdad que sí. Fue difícil para todos, pero ellos dos están cómodos, siguen en Nápoles. Yo... He disfrutado y he estudiado en la Universidad, ahora soy arquitecta —le dijo con una enorme sonrisa. Danilo había estado con ella cuando estaba eligiendo su futuro y siempre había soñado con esa carrera. —. Trabajo a distancia en una empresa Italiana, firmo planos y todo eso. Por eso puedo trabajar en cualquier lugar, y he querido que sea aquí —explicó con una sonrisa de nostalgia. Lo que le pagaban le sobraba para vivir tranquila en ese lugar y además le permitía trabajar a distancia. Asintió después con lo que le decía. Quizás estando tan entusiasmada hablando no se dio cuenta que el semblante de Danilo estaba más serio de lo que lo recordaba. —Oh, entiendo... ¿Y todo bien? —preguntó esta vez con un poco más de cautela.
—Sí, lo sé. Hace años que no veo a nadie de ustedes —comentó, pero claro que Danilo era especial, no era como sus otros amigos. No era su amigo cuando ella se fue. Tenía miedo que se convirtiera en un desconocido, pero deseaba que fuese el mismo Danilo de siempre.
—Ah, por supuesto. —El rechazo le dolió un poco en el corazón, se dio cuenta fácil. Quizás era porque había pasado tanto tiempo que a ella no le importaría cancelar los planes para hablar con él, pero evidentemente Danilo no pensaba de la misma manera. —. Sí, igual he dormido en el avión. Es increíble lo cómodos que son los asientos en primera clase —dijo suspirando; no lo decía como demostrando que podía pagarlos, sino más bien contando algo de alguien de pueblo a alguien de pueblo. Y es que antes del traslado a Italia, no venía de una familia rica, sólo clase media; su padre consiguió ese puesto por suerte y porque era el único que hablaba italiano. —. Así que me siento descansada. Pero sí, son muchas horas. Más o menos tardé unas catorce en volver —le contó. Se sentía extraña y a Danilo lo notaba tenso. Quizás era por lo que había dicho, el shock, pero de verdad no podía entender lo que sucedía.
—Sí, exacto —dijo con una risa por no haberle hecho caso a su amiga. — . Me dijo que me quedara en casa cuando llegue y que ella vendría después, pero ya sabes cómo soy —Se encogió de hombros como diciendo «no cambió mucho». —, no puedo mantenerme quieta. Y como tu casa es la primera de todas... —Había hecho una línea de los lugares a los que quería ir, pero consciente o inconsciente, la casa de Danilo era la primera. —Muchas gracias —dijo con una sonrisa y entonces cayó en cuenta lo que le dijo y levantó un poco las cejas. —. Oh, ¿es la casa de tus padres solos, entonces? ¿Sigues viviendo por aquí o te has ido a la gran ciudad? —preguntó con una sonrisa de lado. Esperaba que estuviera viviendo por ahí cerca.
Asintió brevemente con la cabeza. La mudanza había sido difícil para todos, no sólo para ellos dos. Su padre había tenido que empezar de cero en el trabajo y le costó mucho llegar a donde estaba en ese momento, además el nuevo idioma para su madre y ella... Todo había sido complejo. —La verdad que sí. Fue difícil para todos, pero ellos dos están cómodos, siguen en Nápoles. Yo... He disfrutado y he estudiado en la Universidad, ahora soy arquitecta —le dijo con una enorme sonrisa. Danilo había estado con ella cuando estaba eligiendo su futuro y siempre había soñado con esa carrera. —. Trabajo a distancia en una empresa Italiana, firmo planos y todo eso. Por eso puedo trabajar en cualquier lugar, y he querido que sea aquí —explicó con una sonrisa de nostalgia. Lo que le pagaban le sobraba para vivir tranquila en ese lugar y además le permitía trabajar a distancia. Asintió después con lo que le decía. Quizás estando tan entusiasmada hablando no se dio cuenta que el semblante de Danilo estaba más serio de lo que lo recordaba. —Oh, entiendo... ¿Y todo bien? —preguntó esta vez con un poco más de cautela.
—Sí, lo sé. Hace años que no veo a nadie de ustedes —comentó, pero claro que Danilo era especial, no era como sus otros amigos. No era su amigo cuando ella se fue. Tenía miedo que se convirtiera en un desconocido, pero deseaba que fuese el mismo Danilo de siempre.
—Ah, por supuesto. —El rechazo le dolió un poco en el corazón, se dio cuenta fácil. Quizás era porque había pasado tanto tiempo que a ella no le importaría cancelar los planes para hablar con él, pero evidentemente Danilo no pensaba de la misma manera. —. Sí, igual he dormido en el avión. Es increíble lo cómodos que son los asientos en primera clase —dijo suspirando; no lo decía como demostrando que podía pagarlos, sino más bien contando algo de alguien de pueblo a alguien de pueblo. Y es que antes del traslado a Italia, no venía de una familia rica, sólo clase media; su padre consiguió ese puesto por suerte y porque era el único que hablaba italiano. —. Así que me siento descansada. Pero sí, son muchas horas. Más o menos tardé unas catorce en volver —le contó. Se sentía extraña y a Danilo lo notaba tenso. Quizás era por lo que había dicho, el shock, pero de verdad no podía entender lo que sucedía.
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Danilo | Casa de Danilo | Tiempo actual | Con Elissa
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
Podía decir que era el tiempo, más que nada eso porque entre todo ello, la verdad era esa, siempre asumió que en el momento en que rompieron ya esa conexión de antaño se había roto completamente, no había otra forma de decirlo, cada uno era libre de forjar su vida, aun si le costó su tiempo hacerlo. Pero era la realidad, aunque doliera había cosas que solo no podían volver a ser completamente como fueron en el pasado.
Supongo que sí, o que tendría una razón. -El no tenía idea claro, de que lo que la amiga de ambos quería evitar era una catástrofe, de todos modos, si no había mirado los mensajes es porque había estado completamente ocupado con otras cosas, o si le llegaron tampoco supo, no es como si fuera algo normal de todos los días que tu ex novia aparece en la puerta.
Eso era cierto, ella no parecía haber cambiado en su forma de ser tan impulsiva que varias veces los metió en problemas y regaños, aunque eran divertidos. -Si bueno, ya llego el momento en que necesitaba tener mi espacio, aún estoy en la ciudad, pero vengo a verlos seguido. -Justo porque era además más espaciosa para reunirse entre los padres de él y los de su prometida. Que en su apartamento en el que estaban por ahora ellos dos, no habían pensado mudarse sino hasta pasada la boda, puesto que ambos eventualmente pensarían en hijos.
Era una cultura completamente distinta con muchos cambios, creo que para cualquier persona u familia que se va a otro lado a comenzar de cero no lo tienen fácil, aun si hubieran aprendido de antes el idioma nunca es lo mismo frente a una persona completamente nativa. -Empezar por cuenta propia era una experiencia que debía pasarse, eventualmente también por eso había salido de casa de sus padres.
Debe ser bueno, has vuelto a un ambiente más conocido y trabajando a distancia es como mejor, tienes el espacio que necesitas, no como en una oficina llena de personas en todo momento atentas de lo que haces o no haces. -Y de los rumores, dios como odiaba los rumores sobre cualquier empleado que pudiera correrse, no le parecía correcto, pero tampoco tenía el poder de frenar eso, solo le quedaba trabajar de modo diligente y evitarse los escándalos, si se llevaba cordial con los compañeros, por eso tampoco podían tacharlo de grosero.
Si todo esta bien por suerte, no hay tantos problemas solo han sido algunos días algo largos. A pesar de que muchos aún continúan acá como se han casado o trabajan no siempre nos podemos reunir, creo que lo más cercano fue en la feria del pueblo, otros tantos se mudaron, pero no vienen casi, solo hacen videollamadas de vez en cuando. -Igual es que muchos también llegarían si es que podían para la boda, porque no estaba bien seguro de si llegaban o no llegaban según sus tiempos.
De verdad lo sentía, pero como era algo que había establecido de antes no podía cambiarlo solo por el motivo que fuera, incluso si se trataba de su amiga y ex novia, pudo ver que no fue del todo de su agrado, pero tampoco quería tener que dar toda una explicación al respecto. -No he podido viajar mucho, pero si concuerdo en eso, en que son más cómodos, aunque si no es tan largo el viaje prefiero irme en el económico. -Por trabajo salio con otros colegas en vuelos pagados por la empresa claro, no es que el nadara en dinero, le iba bien pero siempre había sido cauto con los gastos.
Si, aunque imagino que, a pesar de eso, el trayecto es largo, el jet lag, luego de las diferencias horarias, creo que no son tantas, pero tampoco puedo estar seguro de ello totalmente. -Y es que era porque no se fijaba a menos que fuera necesario, o cuando tenían juntas con alguien del extranjero donde había que adaptarse al horario.
Supongo que sí, o que tendría una razón. -El no tenía idea claro, de que lo que la amiga de ambos quería evitar era una catástrofe, de todos modos, si no había mirado los mensajes es porque había estado completamente ocupado con otras cosas, o si le llegaron tampoco supo, no es como si fuera algo normal de todos los días que tu ex novia aparece en la puerta.
Eso era cierto, ella no parecía haber cambiado en su forma de ser tan impulsiva que varias veces los metió en problemas y regaños, aunque eran divertidos. -Si bueno, ya llego el momento en que necesitaba tener mi espacio, aún estoy en la ciudad, pero vengo a verlos seguido. -Justo porque era además más espaciosa para reunirse entre los padres de él y los de su prometida. Que en su apartamento en el que estaban por ahora ellos dos, no habían pensado mudarse sino hasta pasada la boda, puesto que ambos eventualmente pensarían en hijos.
Era una cultura completamente distinta con muchos cambios, creo que para cualquier persona u familia que se va a otro lado a comenzar de cero no lo tienen fácil, aun si hubieran aprendido de antes el idioma nunca es lo mismo frente a una persona completamente nativa. -Empezar por cuenta propia era una experiencia que debía pasarse, eventualmente también por eso había salido de casa de sus padres.
Debe ser bueno, has vuelto a un ambiente más conocido y trabajando a distancia es como mejor, tienes el espacio que necesitas, no como en una oficina llena de personas en todo momento atentas de lo que haces o no haces. -Y de los rumores, dios como odiaba los rumores sobre cualquier empleado que pudiera correrse, no le parecía correcto, pero tampoco tenía el poder de frenar eso, solo le quedaba trabajar de modo diligente y evitarse los escándalos, si se llevaba cordial con los compañeros, por eso tampoco podían tacharlo de grosero.
Si todo esta bien por suerte, no hay tantos problemas solo han sido algunos días algo largos. A pesar de que muchos aún continúan acá como se han casado o trabajan no siempre nos podemos reunir, creo que lo más cercano fue en la feria del pueblo, otros tantos se mudaron, pero no vienen casi, solo hacen videollamadas de vez en cuando. -Igual es que muchos también llegarían si es que podían para la boda, porque no estaba bien seguro de si llegaban o no llegaban según sus tiempos.
De verdad lo sentía, pero como era algo que había establecido de antes no podía cambiarlo solo por el motivo que fuera, incluso si se trataba de su amiga y ex novia, pudo ver que no fue del todo de su agrado, pero tampoco quería tener que dar toda una explicación al respecto. -No he podido viajar mucho, pero si concuerdo en eso, en que son más cómodos, aunque si no es tan largo el viaje prefiero irme en el económico. -Por trabajo salio con otros colegas en vuelos pagados por la empresa claro, no es que el nadara en dinero, le iba bien pero siempre había sido cauto con los gastos.
Si, aunque imagino que, a pesar de eso, el trayecto es largo, el jet lag, luego de las diferencias horarias, creo que no son tantas, pero tampoco puedo estar seguro de ello totalmente. -Y es que era porque no se fijaba a menos que fuera necesario, o cuando tenían juntas con alguien del extranjero donde había que adaptarse al horario.
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Elissa | Casa de Danilo | Actualidad | antes de la boda
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
Sabía que en un lugar pequeño como ese, para quien conocía a Elissa iba a ser una sorpresa grande que apareciera de nuevo, pero esperaba que Lila le armara alguna fiesta sorpresa o algo así. No sabía por qué tenía que quedarse en su casa cuando quería salir e ir a visitar a todo el mundo, descubrir qué había cambiado, comer de nuevo en Danny’s Goes sus waffles con café, servidos por el mismísimo Danny... —Imagino que sí, pero no me ha dicho nada así que —se encogió de hombros. Su amiga debería tener una razón, sí, pero Elissa necesitaba palabras directas porque sino terminaba haciendo lo que quería.
Se alegraba, genuinamente, ver como Danilo estaba haciendo su vida, con su nuevo hogar. Se lo notaba más grande y maduro, por supuesto, por la cantidad de tiempo que habían pasado sin verse. Estaba feliz por él. —Me alegro mucho, Dani, el espacio es necesario —dijo asintiendo con la cabeza. Ella misma lo había necesitado en su momento y ahora sí que tenía su espacio en la casa donde viviría sola. Quizás debería adoptar un gato. —. Espero poder cruzármelos en algún momento, hace años que no los veo —A pesar de ya no estar con él (que no era que no estaba con él porque no lo quería sino por la distancia) siempre había querido mucho a sus padres, la habían hecho sentir bienvenida todo el tiempo.
Asintió a las palabras de Danilo. —Fue difícil al principio, ya sabes. Pero después me acostumbré bastante rápido, no es que tenga problemas de adaptación, me conoces —dijo con una risita pequeña. —. Pero sí, el idioma y la diferencia con los nativos al principio se notaba mucho. De todas maneras hubo bastantes extranjeros así que no nos sentimos completamente sapos de otro pozo. Ahora tendrías que verlos, sí que parecen nacidos en Nápoles —comentó contenta con ellos. Sus padres no tenían intención de volver, y la verdad para ella estaba bien así, se los veía felices y era lo que le importaba. Los extrañaba, pero con su sueldo de arquitecta podía pagarse varias vacaciones en Italia y eran la excusa para volver.
Amaba su trabajo. No era exactamente sólo firmar planos, tenía otras cosas, pero esa era su principal fuente de dinero y esa empresa italiana pagaba muy bien como para tener que preocuparse en trabajar de otra cosa, y además tenía bastante tiempo libre. —Sí, además por mi profesión no necesito estar disponible ocho o nueve horas por día, así que puedo hacer otras cosas, pero prefiero dedicarme a mis hobbies, como tocar la guitarra —explicó contenta. —. Pero para mí lo más importante es eso, el tema del trabajo en la oficina y con gente todo el tiempo alrededor. Aquí a lo sumo iré a desayunar a lo de Danny y mientras tomo un café hago el trabajo, porque sí no creo que pueda estar todo el día en mi casa. Me gusta, pero también necesito libertad —Y el trabajo remoto era exactamente lo que necesitaba, era perfecto.
La gente crecía, no había sido sólo Alissa. Todos sus amigos habían seguido sus vidas, tenían trabajos, carreras, matrimonios y familias. Sabía que no iba a ser lo mismo una vez que volviera porque estaba volviendo como adulta. Pero eso no era algo que la pusiera triste. Le gustaba su adultez porque sentía que tenía una buena vida. No tenía suerte en el amor, eso seguro, pero siempre estaba abierta. —A veces el mundo de la adultez no es tan divertido como lo pintaban... Pero en fin, no queda otra cosa que pasarla —dijo sacudiendo la cabeza pero a la vez de buen humor.
Le había aparecido de sorpresa en su casa, era obvio que Danilo estaba haciendo algo o tenía planes. La que estaba semi de vacaciones porque se había tomado esos días de mudanza era ella, así que no era extraño que todos estuvieran llenos de planes, como bien le había dicho Lila. En fin, sólo quedaba ir a visitar a los que estaban y quizás tomar un almuerzo en Danny’s, que valga la redundancia, era el único lugar para comer afuera muy decente.
—Sí, si el viaje es corto no hay manera que pague la primera clase —coincidió negando con la cabeza. Era muchísimo más cómodo sin lugar a dudas pero si el viaje duraba seis horas o menos, no pensaba pagar la diferencia porque tampoco era que nadaba en dinero. Pero para los viajes largos ni lo pensaba.
—Son cuatro horas, así que no es demasiado —dijo negando con la cabeza. —. Pero aún así el tiempo del viaje, el equipaje, un poco de turbulencia que hubo... Cuando me acueste hoy por la noche dormiré bien —comentó asintiendo. No tenía sueño en ese momento pero seguramente ya iba a venir con el correr de las horas.
Se mordió levemente el labio inferior, un poco más incómoda cuando se le fue la emoción del principio. —Oye... ¿Quieres que pase en otro momento o te parece si nos vemos luego? No quiero importunarte —dijo dándose cuenta que evidentemente tenía cosas que hacer y tampoco quería que se enfadara con ella no más llegar. Si fuera por ella iría a almorzar con él, quería saber qué estaba haciendo, de qué trabajaba, cuáles eran sus planes, si estaba estudiando algo... Volver a saber de él. Pero también entendía que no podía pretender que frenase su mundo organizado por ella en ese momento.
Se alegraba, genuinamente, ver como Danilo estaba haciendo su vida, con su nuevo hogar. Se lo notaba más grande y maduro, por supuesto, por la cantidad de tiempo que habían pasado sin verse. Estaba feliz por él. —Me alegro mucho, Dani, el espacio es necesario —dijo asintiendo con la cabeza. Ella misma lo había necesitado en su momento y ahora sí que tenía su espacio en la casa donde viviría sola. Quizás debería adoptar un gato. —. Espero poder cruzármelos en algún momento, hace años que no los veo —A pesar de ya no estar con él (que no era que no estaba con él porque no lo quería sino por la distancia) siempre había querido mucho a sus padres, la habían hecho sentir bienvenida todo el tiempo.
Asintió a las palabras de Danilo. —Fue difícil al principio, ya sabes. Pero después me acostumbré bastante rápido, no es que tenga problemas de adaptación, me conoces —dijo con una risita pequeña. —. Pero sí, el idioma y la diferencia con los nativos al principio se notaba mucho. De todas maneras hubo bastantes extranjeros así que no nos sentimos completamente sapos de otro pozo. Ahora tendrías que verlos, sí que parecen nacidos en Nápoles —comentó contenta con ellos. Sus padres no tenían intención de volver, y la verdad para ella estaba bien así, se los veía felices y era lo que le importaba. Los extrañaba, pero con su sueldo de arquitecta podía pagarse varias vacaciones en Italia y eran la excusa para volver.
Amaba su trabajo. No era exactamente sólo firmar planos, tenía otras cosas, pero esa era su principal fuente de dinero y esa empresa italiana pagaba muy bien como para tener que preocuparse en trabajar de otra cosa, y además tenía bastante tiempo libre. —Sí, además por mi profesión no necesito estar disponible ocho o nueve horas por día, así que puedo hacer otras cosas, pero prefiero dedicarme a mis hobbies, como tocar la guitarra —explicó contenta. —. Pero para mí lo más importante es eso, el tema del trabajo en la oficina y con gente todo el tiempo alrededor. Aquí a lo sumo iré a desayunar a lo de Danny y mientras tomo un café hago el trabajo, porque sí no creo que pueda estar todo el día en mi casa. Me gusta, pero también necesito libertad —Y el trabajo remoto era exactamente lo que necesitaba, era perfecto.
La gente crecía, no había sido sólo Alissa. Todos sus amigos habían seguido sus vidas, tenían trabajos, carreras, matrimonios y familias. Sabía que no iba a ser lo mismo una vez que volviera porque estaba volviendo como adulta. Pero eso no era algo que la pusiera triste. Le gustaba su adultez porque sentía que tenía una buena vida. No tenía suerte en el amor, eso seguro, pero siempre estaba abierta. —A veces el mundo de la adultez no es tan divertido como lo pintaban... Pero en fin, no queda otra cosa que pasarla —dijo sacudiendo la cabeza pero a la vez de buen humor.
Le había aparecido de sorpresa en su casa, era obvio que Danilo estaba haciendo algo o tenía planes. La que estaba semi de vacaciones porque se había tomado esos días de mudanza era ella, así que no era extraño que todos estuvieran llenos de planes, como bien le había dicho Lila. En fin, sólo quedaba ir a visitar a los que estaban y quizás tomar un almuerzo en Danny’s, que valga la redundancia, era el único lugar para comer afuera muy decente.
—Sí, si el viaje es corto no hay manera que pague la primera clase —coincidió negando con la cabeza. Era muchísimo más cómodo sin lugar a dudas pero si el viaje duraba seis horas o menos, no pensaba pagar la diferencia porque tampoco era que nadaba en dinero. Pero para los viajes largos ni lo pensaba.
—Son cuatro horas, así que no es demasiado —dijo negando con la cabeza. —. Pero aún así el tiempo del viaje, el equipaje, un poco de turbulencia que hubo... Cuando me acueste hoy por la noche dormiré bien —comentó asintiendo. No tenía sueño en ese momento pero seguramente ya iba a venir con el correr de las horas.
Se mordió levemente el labio inferior, un poco más incómoda cuando se le fue la emoción del principio. —Oye... ¿Quieres que pase en otro momento o te parece si nos vemos luego? No quiero importunarte —dijo dándose cuenta que evidentemente tenía cosas que hacer y tampoco quería que se enfadara con ella no más llegar. Si fuera por ella iría a almorzar con él, quería saber qué estaba haciendo, de qué trabajaba, cuáles eran sus planes, si estaba estudiando algo... Volver a saber de él. Pero también entendía que no podía pretender que frenase su mundo organizado por ella en ese momento.
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Danilo | Casa de Danilo | Tiempo actual | Con Elissa
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
La verdad es que tampoco se le paso por la cabeza la idea de que su ex pareja volviera, ni siquiera porque llego un punto en que el mismo dejo de hablar del tema o preguntar debido a que ya no eran nada, ni sería realmente sano estar al pendiente de todo lo que Elissa hiciera. –Realmente no lo sé, no me he reunido con los chicos ni he visto a Lila. –Y era verdad que estaba con los variados preparativos de la boda, por lo que se mandaban mensajes esperando a ver cuándo se reunían, tenía así mismo que preparar la despedida de soltero con los chicos, así como su novia con sus amistades, que al fin en el pueblo lo que sobraba era gente que gustase de echar una mano.
No lo dudo, la verdad es que claro cuando llega una edad en que ya no debes vivir con los padres es necesario mudarse. Y ellos no deben estar tan lejos, posiblemente van a llegar en cualquier momento. –Las familias no habían dejado suponía de hablar de vez en cuando solo porque ellos dos no estuvieran juntos.
Si el mudarse siempre será un problema de adaptarse, y en efecto tu no tenías ese problema, por lo que me alegra que pudieran haber también hecho una vida allá, que tus padres con el tiempo pudieran adaptarse e incluso eso ahora diera frutos para que pasen como si nacieran allá, me agrada, son personas que siempre se esforzaron al igual que tú.
Él había conseguido con un buen esfuerzo ir creciendo en la empresa donde se encontraba hasta tener un puesto ejecutivo. Pero también entendía que era momento no solo de tomar responsabilidad de su vida, sino que, a la vez, tenía también que extender las alas y buscar su lugar, estaba por casarse también y no sería justo tener a su futura esposa viviendo en casa de sus padres.
Vaya, no todos los sitios permiten ya el trabajar en casa, y lo entiendo porque depende de la información que manejan que no se puede estar siempre encima de los trabajadores estando en casas, pero también es una forma de ayudar a los gastos de la empresa, no importa, si tienes tiempo para tus hobbies está bien entonces.
No lo es, definitivamente, porque viene todo eso que nuestros padres decían que solo a esta edad entenderíamos, por lo que sí, tengo que admitir que no es tan simple como parece. No solo eso, sino que claro muchos ya han continuado con sus vidas, tienen esposas, hijos o se han mudado. Pero algunas cosas realmente no cambian, como algunos sitios son como siempre.
Comprendo que los viajes son largos, en definitiva, tienes buena idea con querer descansar, no veo problemas en ello, ni que haya algo mejor que una cama cuando se está cansado.
Pudo notar cuando se comenzó a formar ese silencio incomodo de nuevo, no es que no quisiera saber nada, solo que realmente estaba presionado con tantas cosas, organizar la boda no era nada sencillo, y menos cuando faltaba poco tiempo. –Sería lo mejor, de verdad no es que no esté feliz, o que sea alguna sorpresa, pero si tengo tantas cosas por hacer, y tan poco tiempo ahora, mis padres están por llegar, y debo tenerlo todo listo. Lo siento en verdad por no poder estar disponible. –Asumía que quizá ella ya sabía de la boda.
No lo dudo, la verdad es que claro cuando llega una edad en que ya no debes vivir con los padres es necesario mudarse. Y ellos no deben estar tan lejos, posiblemente van a llegar en cualquier momento. –Las familias no habían dejado suponía de hablar de vez en cuando solo porque ellos dos no estuvieran juntos.
Si el mudarse siempre será un problema de adaptarse, y en efecto tu no tenías ese problema, por lo que me alegra que pudieran haber también hecho una vida allá, que tus padres con el tiempo pudieran adaptarse e incluso eso ahora diera frutos para que pasen como si nacieran allá, me agrada, son personas que siempre se esforzaron al igual que tú.
Él había conseguido con un buen esfuerzo ir creciendo en la empresa donde se encontraba hasta tener un puesto ejecutivo. Pero también entendía que era momento no solo de tomar responsabilidad de su vida, sino que, a la vez, tenía también que extender las alas y buscar su lugar, estaba por casarse también y no sería justo tener a su futura esposa viviendo en casa de sus padres.
Vaya, no todos los sitios permiten ya el trabajar en casa, y lo entiendo porque depende de la información que manejan que no se puede estar siempre encima de los trabajadores estando en casas, pero también es una forma de ayudar a los gastos de la empresa, no importa, si tienes tiempo para tus hobbies está bien entonces.
No lo es, definitivamente, porque viene todo eso que nuestros padres decían que solo a esta edad entenderíamos, por lo que sí, tengo que admitir que no es tan simple como parece. No solo eso, sino que claro muchos ya han continuado con sus vidas, tienen esposas, hijos o se han mudado. Pero algunas cosas realmente no cambian, como algunos sitios son como siempre.
Comprendo que los viajes son largos, en definitiva, tienes buena idea con querer descansar, no veo problemas en ello, ni que haya algo mejor que una cama cuando se está cansado.
Pudo notar cuando se comenzó a formar ese silencio incomodo de nuevo, no es que no quisiera saber nada, solo que realmente estaba presionado con tantas cosas, organizar la boda no era nada sencillo, y menos cuando faltaba poco tiempo. –Sería lo mejor, de verdad no es que no esté feliz, o que sea alguna sorpresa, pero si tengo tantas cosas por hacer, y tan poco tiempo ahora, mis padres están por llegar, y debo tenerlo todo listo. Lo siento en verdad por no poder estar disponible. –Asumía que quizá ella ya sabía de la boda.
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Elissa | Casa de Danilo | Actualidad | antes de la boda
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
Elissa tampoco los había visto aún. No sabía por qué su mejor amiga quería que fuera prisionera en su propia casa pero eventualmente iba a averiguarlo, estaba segura. Quizás la fiesta sorpresa a la que pensaba que se había olvidado iba a estar, pero no sabía qué sucedía. —Yo tampoco pero seguro Lila pase por mi casa en un rato, al menos es lo que me prometió. —dijo con una sonrisa. Estaba encantada de poder volver a su hogar. Nápoles estaba muy bien, claro, pero extrañaba su pueblito con sus amigos.
—Sí, por completo. Seguro me los encuentre en éstos días, a pesar de hablar de vez en cuando y todo, los extraño mucho. —Los padres de Danilo siempre habían sido amorosos con ella, y ahora que Elissa estaba tan lejos de sus padres le haría bien tener a alguien parecido a ellos.
Sonrió contenta al escucharlo. —Fue un esfuerzo grande, sí, pero la verdad ellos se adaptaron bien, y yo también claro, aunque nunca he dejado de extrañar por completo. Creo que mis padres tampoco, pero se tienen entre sí así que es diferente. —No quiso que sonara a que estaba hablando de él y que ellos dos ya no estaban juntos, Elissa había tenido parejas en Nápoles, pero cuando se dio cuenta que su plan siempre fue regresar, decidió dejar de hacer todo tan serio. Había cortado su relación con Paolo hacía un año y medio cuando se dio cuenta, antes de que se ilusionara, sobre todo porque él quería vivir en Italia toda su vida y ella no.
—Estoy contenta por haber conseguido este trabajo —dijo asintiendo con la cabeza porque tenía razón, no era tan común ver trabajos así a distancia, pero por suerte su carrera lo había permitido, lo mismo que la empresa donde trabajaba. —. Es difícil conseguir un trabajo en estas condiciones, es cierto, sobre todo que paguen bien. Pero no sólo soy buena arquitecta sino que puedo hacer el trabajo que necesitan desde cualquier parte porque sólo necesito una computadora. Así que, qué mejor que volver aquí para trabajar de una manera tranquila —Por supuesto tenía deadlines y cosas a hacer un poco estresantes, pero el hecho de estar allí, en su lugar en el mundo, ya hacía que fuera muchísimo menos estresante que en cualquier otro lado.
Pensó por un momento lo que decía y asintió porque coincidía con él. —Lo primero que quería hacer cuando llegara era ver la diferencia entre lo que recordaba y había visto cuando tenía dieciocho y lo que es ahora. Serán diferentes las cosas, y creo que al menos los primeros días que no tengo que trabajar puedo ir amoldándome a esto de la adultez en un lugar de mi niñez. —dijo pensativa, agradeciendo de nuevo que su empresa le haya dado una semana sin trabajar para poder mudarse e instalarse tranquila, más sabiendo que era el lugar de su niñez.
Asintió, el cansancio era mucho y aunque estuviera emocionada también tenía sueño. Eran dos cosas que no se llevaban bien entre sí así que tenía que elegir por cuál de las dos se iba a decantar primero. Le había ganado la emoción, pero después de la charla con Danilo no sabía si iba a tener tantas ganas de recorrer el pueblo de nuevo reencontrándose gente.
Sobre todo ahora que estaba la charla un poco incómoda y rara. Alissa sentía que estaba pasando por alto algo pero no sabía qué, y de nuevo se preguntó si Lila no le había ocultado algo y por eso quería que no viera a nadie antes de verla a ella primero, cosa que por supuesto había desobedecido.
—No te preocupes, no pretendía que pares lo que estás haciendo. Podríamos arreglar para otro momento para ir a almorzar o desayunar a Danny’s Goes si quieres. —dijo queriendo no darle demasiada importancia. Pero se quedó pensando en lo apurado y que tenía que tener todo listo. —¿Van a celebrar algo o algo así? ¿Necesitas una mano? —preguntó, no recordaba bien los cumpleaños de los padres de Danilo así que quizás era algo así que tenía que estar preparando.
—Sí, por completo. Seguro me los encuentre en éstos días, a pesar de hablar de vez en cuando y todo, los extraño mucho. —Los padres de Danilo siempre habían sido amorosos con ella, y ahora que Elissa estaba tan lejos de sus padres le haría bien tener a alguien parecido a ellos.
Sonrió contenta al escucharlo. —Fue un esfuerzo grande, sí, pero la verdad ellos se adaptaron bien, y yo también claro, aunque nunca he dejado de extrañar por completo. Creo que mis padres tampoco, pero se tienen entre sí así que es diferente. —No quiso que sonara a que estaba hablando de él y que ellos dos ya no estaban juntos, Elissa había tenido parejas en Nápoles, pero cuando se dio cuenta que su plan siempre fue regresar, decidió dejar de hacer todo tan serio. Había cortado su relación con Paolo hacía un año y medio cuando se dio cuenta, antes de que se ilusionara, sobre todo porque él quería vivir en Italia toda su vida y ella no.
—Estoy contenta por haber conseguido este trabajo —dijo asintiendo con la cabeza porque tenía razón, no era tan común ver trabajos así a distancia, pero por suerte su carrera lo había permitido, lo mismo que la empresa donde trabajaba. —. Es difícil conseguir un trabajo en estas condiciones, es cierto, sobre todo que paguen bien. Pero no sólo soy buena arquitecta sino que puedo hacer el trabajo que necesitan desde cualquier parte porque sólo necesito una computadora. Así que, qué mejor que volver aquí para trabajar de una manera tranquila —Por supuesto tenía deadlines y cosas a hacer un poco estresantes, pero el hecho de estar allí, en su lugar en el mundo, ya hacía que fuera muchísimo menos estresante que en cualquier otro lado.
Pensó por un momento lo que decía y asintió porque coincidía con él. —Lo primero que quería hacer cuando llegara era ver la diferencia entre lo que recordaba y había visto cuando tenía dieciocho y lo que es ahora. Serán diferentes las cosas, y creo que al menos los primeros días que no tengo que trabajar puedo ir amoldándome a esto de la adultez en un lugar de mi niñez. —dijo pensativa, agradeciendo de nuevo que su empresa le haya dado una semana sin trabajar para poder mudarse e instalarse tranquila, más sabiendo que era el lugar de su niñez.
Asintió, el cansancio era mucho y aunque estuviera emocionada también tenía sueño. Eran dos cosas que no se llevaban bien entre sí así que tenía que elegir por cuál de las dos se iba a decantar primero. Le había ganado la emoción, pero después de la charla con Danilo no sabía si iba a tener tantas ganas de recorrer el pueblo de nuevo reencontrándose gente.
Sobre todo ahora que estaba la charla un poco incómoda y rara. Alissa sentía que estaba pasando por alto algo pero no sabía qué, y de nuevo se preguntó si Lila no le había ocultado algo y por eso quería que no viera a nadie antes de verla a ella primero, cosa que por supuesto había desobedecido.
—No te preocupes, no pretendía que pares lo que estás haciendo. Podríamos arreglar para otro momento para ir a almorzar o desayunar a Danny’s Goes si quieres. —dijo queriendo no darle demasiada importancia. Pero se quedó pensando en lo apurado y que tenía que tener todo listo. —¿Van a celebrar algo o algo así? ¿Necesitas una mano? —preguntó, no recordaba bien los cumpleaños de los padres de Danilo así que quizás era algo así que tenía que estar preparando.
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Danilo | Casa de Danilo | Tiempo actual | Con Elissa
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
Toda la situación de entrada era extraña, incluso pensó que si lo estaba buscando era como para preguntarle porque no le mencionaba nada sobre su vida o algo así, más también se perdió el contacto eventualmente, como dicen la distancia a veces si era un detonante para que las personas no continuasen juntas.
Para su relación, esto había afectado mucho, Danilo no estaba listo para esa relación a distancia no por ella, sino porque el mismo sabía que eventualmente la iba a dañar mucho, prefiriendo dejarlo antes de que terminara por decir cosas peores. –Si has llegado con ella seguramente tiene un plan para que salgan juntas o te tiene alguna sorpresa, ante todo eran mejores amigas, y si llegaste con ella, te acogerá mientras ordenas las cosas en el pueblo, incluso me parece que conservaron la casa tus padres, no recuerdo bien eso.
Su memoria en eso estaba algo liada, solo recordaba más lo de la mudanza a kilómetros de distancia. –Sus hábitos son los mismos, difícilmente los cambian, entonces si vas a los lugares más comunes te los encontraras. –Como ahora que era la excepción al caso.
Yo creo que eso es parte de porque ellos se lograron adaptar, una pareja te da esa estabilidad. –Y él estuvo soltero hasta que había conocido a su actual prometida, a la cual amaba, por lo que también esperaba que Elissa fuera feliz con alguien, salvo que no estaba seguro de ello, o de si ella lo decía por estar soltera de momento.
Eso sí es un plus, en el mercado del trabajo sí que tienen condiciones donde no pagan lo adecuado, y que no te dan lo necesario para poder trabajar de una manera que sea completamente cómoda para quien está siendo empleado, me alegra mucho que tengas esta oportunidad de que puedes moverte con libertad y sin el tedio de tener que buscar de nuevo. –Algo que a veces era complicado por los requisitos que continuamente pedían ciertos empresarios.
Si, unas cuantas cosas han cambiado, otras tiendas abrieron, el pueblo ha crecido un poco, no tanto como creo que esperas, pero si encontraras de todo un poco, tienes estos días como dices para pasear, recordar, aclimatarte de nuevo, porque en donde estabas debe ser un poco más agitada la vida, en el pueblo, sabes solemos llevarlo con más calma todo. –El seguramente no habría reconocido mucho de lo que había si se hubiera marchado, ni el camino a su casa.
Claro que sí, tengo tiempo mañana temprano, así que un desayuno no estaría nada mal con el viejo Danny. -Mientras tanto el tiempo continuaba corriendo, no iba con estrés, pero si pronto tendría que dejar el ponerse al día en otro momento, la culpa no era de Elissa, porque ahora se daba cuenta de que ella no sabía de la boda, o del compromiso siquiera, tendría que mencionarlo ahora, o habría un malentendido más tarde. –No, lo siento Elissa, y no porque no quiera tu ayuda, son preparativos, para una boda, estoy comprometido y voy a casarme. Son detalles que hacen falta para la ceremonia que tengo que ver con mi prometida y mis padres. –Luego de eso hubo un silencio todavía más tenso.
Para su relación, esto había afectado mucho, Danilo no estaba listo para esa relación a distancia no por ella, sino porque el mismo sabía que eventualmente la iba a dañar mucho, prefiriendo dejarlo antes de que terminara por decir cosas peores. –Si has llegado con ella seguramente tiene un plan para que salgan juntas o te tiene alguna sorpresa, ante todo eran mejores amigas, y si llegaste con ella, te acogerá mientras ordenas las cosas en el pueblo, incluso me parece que conservaron la casa tus padres, no recuerdo bien eso.
Su memoria en eso estaba algo liada, solo recordaba más lo de la mudanza a kilómetros de distancia. –Sus hábitos son los mismos, difícilmente los cambian, entonces si vas a los lugares más comunes te los encontraras. –Como ahora que era la excepción al caso.
Yo creo que eso es parte de porque ellos se lograron adaptar, una pareja te da esa estabilidad. –Y él estuvo soltero hasta que había conocido a su actual prometida, a la cual amaba, por lo que también esperaba que Elissa fuera feliz con alguien, salvo que no estaba seguro de ello, o de si ella lo decía por estar soltera de momento.
Eso sí es un plus, en el mercado del trabajo sí que tienen condiciones donde no pagan lo adecuado, y que no te dan lo necesario para poder trabajar de una manera que sea completamente cómoda para quien está siendo empleado, me alegra mucho que tengas esta oportunidad de que puedes moverte con libertad y sin el tedio de tener que buscar de nuevo. –Algo que a veces era complicado por los requisitos que continuamente pedían ciertos empresarios.
Si, unas cuantas cosas han cambiado, otras tiendas abrieron, el pueblo ha crecido un poco, no tanto como creo que esperas, pero si encontraras de todo un poco, tienes estos días como dices para pasear, recordar, aclimatarte de nuevo, porque en donde estabas debe ser un poco más agitada la vida, en el pueblo, sabes solemos llevarlo con más calma todo. –El seguramente no habría reconocido mucho de lo que había si se hubiera marchado, ni el camino a su casa.
Claro que sí, tengo tiempo mañana temprano, así que un desayuno no estaría nada mal con el viejo Danny. -Mientras tanto el tiempo continuaba corriendo, no iba con estrés, pero si pronto tendría que dejar el ponerse al día en otro momento, la culpa no era de Elissa, porque ahora se daba cuenta de que ella no sabía de la boda, o del compromiso siquiera, tendría que mencionarlo ahora, o habría un malentendido más tarde. –No, lo siento Elissa, y no porque no quiera tu ayuda, son preparativos, para una boda, estoy comprometido y voy a casarme. Son detalles que hacen falta para la ceremonia que tengo que ver con mi prometida y mis padres. –Luego de eso hubo un silencio todavía más tenso.
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Elissa | Casa de Danilo | Actualidad | antes de la boda
Capitulo 1
Cuando el pasado nos alcanza
—¡Sí! Sigue siendo la misma. Quiero hacerle algunas reformas, claro. Mis padres me han dado el permiso. Ellos no creo que vuelvan pero están contentos de que la casa va a volver a usarse. —dijo asintiendo con la cabeza contenta de aquello. Realmente tenía muchos buenos recuerdos en su hogar y estaba feliz de poder modernizarla y vivir en ella. —. Sí, ahora cuando termine aquí volveré a casa para terminar de acomodar antes de que llegue Lila y vea lo que me tiene preparado. —Sonrió aunque no estaba segura de si estaba bien lo que estaba haciendo o no. Muchas cosas habían cambiado en el pueblo, evidentemente, y creía que Lila sólo quería contarle bien lo que estaba pasando antes de que Elissa se volviera loca.
Asintió con respecto a sus padres. —¡Genial! Seguro me los encontraré en estos días. Además las noticias vuelan en este pueblo, si sigue siendo así, así que seguro se enterarán que he vuelto. —Todos en el pueblo se llevaban bastante bien así que estaba segura que se iban a poner contentos con la vuelta de Elissa a su hogar.
Movió la cabeza sin saber bien qué decir. —Sí, supongo que sí.... —dijo con respecto a las parejas. Elissa no tenía en ese momento, sobre todo porque quería volver a su pueblo. Y lo cierto era que tenía en la cabeza a Danilo todo el tiempo, en un posible reencuentro... Aunque no estaba saliendo todo tan bien como había pensado, pero no terminaba de entender por qué.
—¡Gracias! Sí, la verdad es genial que me den esta posibilidad. Como todos los proyectos se entregan por internet, y tener una cuenta aquí es básicamente tener una cuenta universal, entonces a ellos les da igual mientras pueda asistir a algunas reuniones vía online. Aunque me dijeron que quizás una o dos veces al año tenga que viajar a Congresos o cosas así, pero me gusta, así que está bien. —dijo asintiendo, lo cierto era que le había tocado la lotería con aquel trabajo.
—Era lo que necesitaba, más tranquilidad. —dijo asintiendo contenta de que el pueblo no haya cambiado demasiado. Era lo que quería, que siguiera siendo todo más o menos como lo recordaba, le daba paz y era lo que buscaba. Nápoles estaba muy bien pero realmente extrañaba la vida sencilla y calma que le daba aquel lugar.
No preguntó demasiado por Danilo porque se lo veía ocupado; esperaba que pudieran tener tiempo de almorzar o comer algo para poder ponerse al día. No pretendía que dejara su vida sólo porque ella había vuelto, pero quizás podría hacerse un hueco en algún momento para poder charlar. —¡Perfecto! ¿Mañana a las diez en Danny’s te parece? —preguntó con una sonrisa amigable y contenta.
Pero luego esa expresión se tornó un poco más confundida mientras iba hablándole. ¿Danilo se estaba por casar? —¿Tú...? Oh. —dijo moviendo la cabeza y se rascó la nuca, un poco incómoda por lo que estaba pasando. ¿Danilo casándose? —¿Con quién? —preguntó con el ceño fruncido, sin saber si no fue demasiado brusca la pregunta, pero si era alguien que conocía o quizás era alguien que había conocido en otro lugar. —... Bueno... Felicidades, Dani. —le dijo intentando sonreírle como siempre, pero la verdad le había pegado la noticia de una manera no tan buena.
Asintió con respecto a sus padres. —¡Genial! Seguro me los encontraré en estos días. Además las noticias vuelan en este pueblo, si sigue siendo así, así que seguro se enterarán que he vuelto. —Todos en el pueblo se llevaban bastante bien así que estaba segura que se iban a poner contentos con la vuelta de Elissa a su hogar.
Movió la cabeza sin saber bien qué decir. —Sí, supongo que sí.... —dijo con respecto a las parejas. Elissa no tenía en ese momento, sobre todo porque quería volver a su pueblo. Y lo cierto era que tenía en la cabeza a Danilo todo el tiempo, en un posible reencuentro... Aunque no estaba saliendo todo tan bien como había pensado, pero no terminaba de entender por qué.
—¡Gracias! Sí, la verdad es genial que me den esta posibilidad. Como todos los proyectos se entregan por internet, y tener una cuenta aquí es básicamente tener una cuenta universal, entonces a ellos les da igual mientras pueda asistir a algunas reuniones vía online. Aunque me dijeron que quizás una o dos veces al año tenga que viajar a Congresos o cosas así, pero me gusta, así que está bien. —dijo asintiendo, lo cierto era que le había tocado la lotería con aquel trabajo.
—Era lo que necesitaba, más tranquilidad. —dijo asintiendo contenta de que el pueblo no haya cambiado demasiado. Era lo que quería, que siguiera siendo todo más o menos como lo recordaba, le daba paz y era lo que buscaba. Nápoles estaba muy bien pero realmente extrañaba la vida sencilla y calma que le daba aquel lugar.
No preguntó demasiado por Danilo porque se lo veía ocupado; esperaba que pudieran tener tiempo de almorzar o comer algo para poder ponerse al día. No pretendía que dejara su vida sólo porque ella había vuelto, pero quizás podría hacerse un hueco en algún momento para poder charlar. —¡Perfecto! ¿Mañana a las diez en Danny’s te parece? —preguntó con una sonrisa amigable y contenta.
Pero luego esa expresión se tornó un poco más confundida mientras iba hablándole. ¿Danilo se estaba por casar? —¿Tú...? Oh. —dijo moviendo la cabeza y se rascó la nuca, un poco incómoda por lo que estaba pasando. ¿Danilo casándose? —¿Con quién? —preguntó con el ceño fruncido, sin saber si no fue demasiado brusca la pregunta, pero si era alguien que conocía o quizás era alguien que había conocido en otro lugar. —... Bueno... Felicidades, Dani. —le dijo intentando sonreírle como siempre, pero la verdad le había pegado la noticia de una manera no tan buena.
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