Capítulo I

La vida les iba bien desde hacía un par de años. Leticia estaba feliz de haber conseguido comprar la gran casa victoriana del mejor barrio de la ciudad, una que durante diez años, había estado admirando a su paso al trabajo. Ahora, con las manos temblorosas y la compañía de Tony, su marido desde hace dos años, parece que sus sueños se han hecho realidad.

Sin embargo, el mundo de pronto pareció detenerse. Una pandemia engulle su libertad y el caos amenaza con adueñarse de todo lo que les rodea. La madre de Leticia ha enfermado encontrándose de viaje al otro lado del mundo, y su padre parece desaparecido. Leticia trata de encontrar un modo de llegar hasta ellos, pero es imposible conseguir viajar. Las fronteras están cerradas y cada vez hay menos información en las redes. Los teléfonos fallan con frecuencia y la gente se está poniendo nerviosa.

Tony por su parte es quien trabaja fuera de casa, como médico de urgencias tiene la obligación de hacer turnos imposibles y cuando regresa no parece hacer mucho caso a su solitaria esposa. Él también se niega a que ella salga, los vecinos están tan asustados que cuando alguien sale a la calle, con o sin motivo, avisan a la policía. Parece que todos han perdido el juicio, pero ¿qué hacer?¿Qué más puede puede pasar, que aumente el peligro de perder la cabeza?

¡Inocente!

Una noche que estaba sola en casa escuchó claramente como un cristal se rompía y se levantó. Cuando entró a la cocina no quedaba nada de una pieza. Leticia, aterrada llamó a la policía, que acostumbrada a los allanamientos de morada en las grandes casas de la zona, intenta encontrar otro indicio de que hubiera entrado nadie, pero no hay ventanas abiertas, ni puertas forzadas... nada. Todo queda en un susto, pero a la noche siguiente son la colección de fotos de la familia que adorna la pared de la escalera que conduce a las habitaciones. De nuevo la policía no encuentra más signos de que hayan entrado a esa casa. La tercera vez fueron solo unos fuertes golpes por el pasillo entre las habitaciones... Leticia no llama a la policía y aterrada se encierra en el baño de su habitación hasta que su marido vuelve. Tony está desconcertado y confuso. No quiere pensar que su mujer sea capaz de hacer todo eso para llamar su atención, como sugirió la policía y su compañero que trabaja en la unidad de psiquiatría.

Leticia intenta centrarse en su único escape; recuperar la majestuosidad de la propiedad. Es bastante manitas y a esas alturas ya ha recuperado varias estancias. También, un vecino que vive a dos casas calle abajo, cerca del bosque, suele ayudar a la mujer cuando dos manos no son suficientes, cosa que incomoda a Tony. Igual, por eso acepta poner cámaras al menos en el exterior y averiguar que, en efecto, nadie entra a la casa cuando tras dos semanas de calma, una de las habitaciones que había arreglado aparece con pintadas amenazantes contra el matrimonio.  

ORIGINAL/FANTASÍA — 1x1 — ÉPOCA ACTUAL